REDACCIÓN. Un hombre identificado como José Alberto Duarte, de 45 años, falleció de manera repentina la mañana de este martes 29 de julio en el interior de un bus en la ciudad de San Pedro Sula, Cortés. Duarte, originario de Tocoa, Colón, había viajado hacia esta ciudad con el propósito de recibir atención médica especializada en el Instituto Hondureño del Seguro Social (IHSS), debido a un persistente dolor estomacal.
Según relató su esposa, Margarita Azucena López Euceda, el hombre también presentaba una fractura en uno de sus pies. Sin embargo, el motivo principal del viaje era una referencia médica emitida desde su lugar de origen para atender las molestias abdominales que lo aquejaban desde días atrás. “La doctora lo revisó y dijo que estaba bien”, recordó la mujer con tristeza.
Sin embargo, al momento de abordar el bus para retornar a Tocoa, José Alberto se desplomó inesperadamente. “Yo iba subiéndome al bus, vi que se le cayó la muleta. Me volteé y él intentó decir algo, pero ya no pudo. Ahí quedó”, narró su esposa entre lágrimas.
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Duarte era padre de cinco hijos y se ganaba la vida trabajando en una finca de palma africana. Su familia presume que la causa del deceso fue un paro cardíaco. Sin embargo, será Medicina Forense quien determine oficialmente las causas tras el respectivo análisis post mortem.
Este caso se suma a una preocupante tendencia en el país. Según datos recientes de la Secretaría de Seguridad de Honduras, en lo que va de 2025 se han reportado al menos 465 muertes indeterminadas. De estas, 366 corresponden a hombres, 80 a mujeres y 19 no tienen datos confirmados sobre sexo o identidad. Las causas de muerte súbita, como se presume en el caso de José Alberto, siguen siendo objeto de análisis por parte de las autoridades forenses y de salud, en medio de una creciente preocupación por los decesos inesperados que ocurren en espacios públicos o durante traslados.
