TEGUCIGALPA, HONDURAS. Originaria y residente de la capital del país, Jennifer Funes es una joven de 21 años, que desde pequeña estuvo siempre ligada al arte, no obstante, nunca se atrevía a dar el siguiente paso por miedo al fracaso.
Tras cursar la clase de apreciación artística en la Universidad Metropolitana de Honduras (UMH), y con la ayuda de un director, pudo demostrar sus cualidades, destrezas y virtudes, dándose cuenta que está hecha para triunfar.
Manifestó que a pesar que una obra dure solamente de 45 a 50 minutos, es necesario realizar una serie de actividades. Las cuales llevan varios meses de preparación, a fin de realizar un buen trabajo.
«Al inicio siempre había miedos de lo que puede pasar si entro a esto de la actuación. Ya con el tiempo esos temores se van quitando, hay que atreverse hacer las cosas y ser persistentes».
Desde pequeña ligada al arte
«Siempre digo que todo inició desde que estudie música, mi escuela primaria la curse en la Escuela Experimental de Niños para la Música. Estuve ahí desde primero hasta sexto grado».
Asimismo, Jennifer recordó que fueron sus maestros quienes le inculcaron ese amor hacia el arte, «y se los agradezco bastante, me siento tan orgullosa de haber estudiado ahí en la escuelita».
Sin embargo, el tiempo transcurrió y Jennifer Funes se alejó un poco de todo eso que le gustaba. Pero en ocasiones, el destino siempre nos da una oportunidad para demostrar de lo que estamos hecho.
«Estando en la Universidad (UMH), empecé a integrarme en un grupo de teatro que lo dirigía Fredy Ponce. Pero antes de ingresar a ese grupo, saque la clase de apreciación artística con el mismo director».
Jennifer Funes recordó, que Fredy Ponce vio algo especial en ella y le forjó ese deseo por la actuación para ser lo que hoy en día es en el teatro. «A partir de una clase nació ese deseo por la actuación, el teatro y de las artes escénicas».
La joven actriz, enfatizó que ya no tiene temor, ya que ha adquirido experiencia y con ello ha podido dejar los miedos atrás. No obstante, destacó que siempre hay nervios, «pero con el tiempo se van controlando».
De igual interés: HISTORIA HUMANA: Jacobo Espinoza, de andar descalzo a convertirse en abogado
«El teatro es un universo mágico»
Mientras tanto, Jennifer Funes manifestó que al estar presente en el escenario, se abandona su personalidad, «y se mete en la piel del personaje que va interpretar». Para ella, “el teatro es un universo mágico”.
«Yo entré como esa pequeña jovencita que le costaba soltarse con el público, que tenía muchos miedos y el teatro es liberador», expresó la joven.
De acuerdo con la actriz, este arte abre tu mente, ya que es un arte muy completo porque demanda la preparación física y mental del actor. «Eso hace que se exija como persona y vale la pena hacer teatro».
Jennifer Fúnez: El papel más difícil de interpretar
En opinión de Jennifer, el papel más difícil de interpretar ha sido el de una prostituta. «Estudiar ese papel fue bastante intenso y de mucho tiempo de preparación para poder realizarlo bien en escena».
«Toda la gente ve una obra de 45 o 50 minutos. Sin embargo, montar esa presentación lleva mucho tiempo, porque es necesario aprenderse el guion analizar el personaje. Ensayar, realizar montaje, y otra serie de actividades, en el cuál se necesita varios meses», explicó la actriz.
Por otra parte, señaló que los consejos son de muy buena ayuda para tratar de ser mejor cada día. La actriz pormenorizó que el teatro es una carrera muy profunda, «donde hay épocas que te va bien y otra no tan bien».
A su vez, aclaró que se debe ser honesto con uno mismo y saber manejar tanto las críticas positivas como negativas. Esto, sin importar quien las realice.
«Las críticas nos ayudan a crecer personal y profesionalmente. En caso de una crítica negativa hay que tomarla con calma y con mucha paciencia», afirmó Jennifer.
Lo anterior, debido a que una crítica negativa puede ser destructiva y hay personas que buscan dañarte. «En ese momento debemos actuar de manera correcta y muy profesional», sostuvo la joven.
¿Darse por vencida?
Entre tanto, la actriz apuntó que en ocasiones hay personas que desean verte caer, debido al éxito que has conseguido. Pero, ella misma se da ánimos para seguir adelante en busca de sus sueños.
«Hay personas que por envidia o celos, quieren verte abajo por el éxito que has logrado. Las personas te quieren ver bien, pero no mejor que ellos y entonces eso es feo», afirmó Jennifer Funes.
Más adelante, sostuvo que su más grande recompensa es la satisfacción de saber que todo el trabajo realizado vaya dando su fruto. «También siendo una gran gratitud hacia todas esas personas que me han ayudado en mi crecimiento profesional y personal, ya que ambas son importantes».
Jennifer recomendó que el ser disciplinado trae grandes cosas, como también estudiar, practicar bastante, eso nos da un regalo especial. «Los grandes éxitos se cultivan con el tiempo. Y como dice Gandhi, «nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total, es una victoria completa»».
Lea también: HISTORIA HUMANA: Ana Sandoval, la joven lenca apasionada por la aventura
Metas a corto y a largo plazo
Al margen de lo relatado, la actriz aseguró que su meta a corto plazo es graduarse de la carrera de Comunicación Social y Pública. En cuanto a meta a largo plazo, desea sacar un Máster en Comunicación y Marketing Digital.
«Mis deseos son extremadamente grandes y sé que trabajando mucho primero Dios salir a estudiar a Europa artes escénicas. Desde muy pequeña siempre he soñado con representar a Honduras en el extranjero, esta es mi mayor meta, no hay mejor forma que con la actuación».
Para finalizar, Jennifer Funes dio algunos consejos para todos esos jóvenes que temen o no se animan a luchar por su sueño. «Hay que ser muy valientes, poner nuestro cariño y todas las ganas para sacar adelante ese sueño».
«Sólo tenemos una vida y hay que arriesgarse, si realmente quieren algo tiene que luchar por ello. La clave es lanzarse con todas las ganas porque al final ese sueño va a valer la pena y ante todo esto siempre poner los deseos en las manos de Dios. Él te permite volar tan alto como tus sueños».
