HISTORIA HUMANA – Estela Rovelo: «Vendí CDs pirateados para ser periodista»

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Estela Rovelo tiene seis años laborando en Radio América.

TEGUCIGALPA, HONDURAS.  Estela Rovelo, actualmente es una destacada comunicadora social en la capital hondureña, quien para lograr serlo le tocó vender de todo en los mercados capitalinos.

Como parte de su labor, ella se dedica a la cobertura de la fuente judicial para una radio local, y desde allí, informa sobre los casos que día a día se ventilan en la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

Muchas personas la asocian con el espíritu de perseverancia, pero a la vez desconocen las experiencias que tuvo desde de su infancia y adolescencia para hacer despertar la pasión por salir adelante sin importar las limitaciones.

Estela Rovelo nació 8 de marzo de 1979. Su infancia no fue como la de un niño normal, pues debido a que su familia era de escasos recursos, conoció el trabajo a muy temprana edad.

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Estela: «Mi padre nunca luchó por nosotros»

A Estela, el abandono e irresponsabilidad de su padre con el tiempo afectaron su infancia. «Me afectó en que mi papá fuera tan irresponsable, nos dejó abandonados, nos dejó en manos de otro hombre que no era nuestro padre, no luchó por nosotros», manifestó.

Rovelo suele siempre oírse con una potente voz, se le ve con mucha valentía, lo cual obtuvo a raíz de las malas experiencias que desde muy pequeña vivió. Ella fue corregida por un padrastro y a la vez recibió maltratos de su parte.

No solamente ella sufrió, sino también su madre y hermanos. «Sufrimos maltratos, tanto físicos como psicológicos, porque él me decía que no servía». Rovelo agregó: «No sé porqué en ese momento nadie lo denunció, allí está él».

Su adolescencia estuvo llena de mucho trabajo y ganas de salir adelante. «Yo crecí en un ambiente donde yo no podía hablarle al vecino, era de la escuela al negocio, sacar el negocio, esa era la rutina diaria», añadió la comunicadora.

Estela Rovelo, mujer trabajadora desde muy pequeña

Estela estudió en la Escuela Argentina, se levantaba a las 4:00 de la mañana para irse al mercado y sacar el día a día del negocio que tenía su madre.

«Mi madre en ese tiempo vendía cosas de ferretería y aún mantiene el negocio, y antes de ir a la escuela teníamos que ir a traer la mercancía a la séptima avenida. Teníamos que subir unas 150 a 200 gradas cargando mercadería, luego la llevábamos en trocos. Eso era a diario, mañana y noche», relató la periodista.

En ese tiempo, Estela Rovelo vio truncado su sueño de estar en el colegio, debido a que le tocaba trabajar del lado de su progenitora. Solamente pudo realizar los primeros dos exámenes. “Todos los días llegaba tarde al colegio, entonces las notas bajaron”, recordó.

Debido a lo anterior, su padrastro la sacó del colegio y “me dijo que yo no daba rendimiento, que no servía, que nosotros no nacimos para estudiar, porque nosotros nacimos para trabajar o un oficio. Porque el estudio no era para ellos”, siguió contando.

Estela Rovelo agregó que “con el tiempo me inscribieron en el INFOP, yo tenía 15 años, aprendí a costurar. Yo puedo hacer cameras, ropa de varón y ropa de mujer. Después yo puse un taller en mi casa, le hablo de cuando tenía 18 años”.

Se soñaba como abogada 

Según contó Estela, siempre quiso estudiar derecho, sobre todo para defender a las personas que sufrían maltratos físicos. Es por eso que, años mas tarde decidió ingresar al colegio en la jornada nocturna y continuar su sueño.

“Yo quería ser abogada, para defender, para luchar por los derechos de los niños que sufrían. También para luchar por esas mujeres que son maltratadas”, recalcó.

Este deseo de Rovelo se debía a que ella creció en un ambiente de maltratos por parte de su padrastro.

Rovelo
Estela Rovelo junto a su familia.

Estela vendió de todo para ser una apasionada periodista 

Ella ingresó a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), para estudiar Derecho. Sin embargo, en ese entonces se tenía que realizar un examen para poder ingresar a la facultad de Ciencias Jurídicas.

“Pero la carrera que estaba más cercana a Derecho era Periodismo. Me matriculé en Periodismo para posteriormente hacer el cambio a Derecho”, agregó.

No obstante, este cambio nunca llegaría, pues el destino le tenía preparado a Estela que ella se apasionara por las comunicaciones. Por razones de la vida, las tres veces que intentó realizar dicho examen, sucedía algo. La primera vez no llevó la forma 03, en la segunda no llevó su tarjeta de identidad y en la tercera vez llegó tarde.

A pesar de eso, Estela no se desanimó y decidió seguir en la carrera de Periodismo. En esos momentos ella no pensaba en ejercer, sino como una satisfacción y para demostrar que ella si podía.

«Quería mostrar que no era lo que me habían dicho de niña, que yo era una inútil. Para mi esa era mi satisfacción y decirle a mis hijos, si yo pude, porque ustedes no”, aseguró la comunicadora social.

Debido a que Estela era madre soltera, matriculaba sus clases durante la noche, pues trabajaba en el día para poder costear sus estudios y educar al mismo tiempo a sus hijos.

Yo tenía un negocio en el mercado, yo vendía CDs pirateados, de allí saque los recursos para mis estudios. Vendíamos zapatos, vendíamos ropa dependiendo la temporada, nosotros vendíamos lo que fuera”, añadió.

Vendía en la universidad

En el año 2009, en la UNAH comenzaron las protestas y ella no quería perder tiempo ya que por las tomas se tuvo que salir tres periodos consecutivos. Un día ella recibió una llamada de una universidad privada y le dijeron que le iban a validar 22 clases. Debido a lo anterior, ella ingresa a Universidad Metropolitana, donde años más tarde egresaría como Licenciada en Comunicación Social.

Estela nos contó que sus compañeros y profesores sabían que ella vendía ropa en los mercados y le encargaban todo tipo de prendas.

“Yo llevaba ropa a vender a la universidad. Llevaba corbatas, yo les vendía a mis maestros, llevaba camisas. Mis maestros de la noche me decían: ‘Estelita consígame una camisa’. Entonces yo ya iba, la buscaba y se las arreglaba bien en una cajita”, afirmó Estela.

Llegó el momento en que Estela tenía que comenzar su práctica de cuatro meses. Debido a que ella era el único sustento de sus hijos, preparó un presupuesto para realizar su práctica, pues durante ese tiempo ella no tendría ingresos.

Posteriormente ella fue a Radio América, y hubo personas que le dijeron que no le iba a quedar tiempo para el negocio. Sin embargo, quería ejercer su trabajo en un medio de comunicación donde aprendiera.