El deseo de convertirse en un gran odontólogo y regalar una nueva sonrisa a sus pacientes no ha dejado de ser el sueño del joven Gustavo Urquía.
Urquía es un estudiante de la carrera de Odontología de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y actualmente se encuentra realizando su servicio social en el Hospital Manuel de Jesús Subirana en Yoro.
Cualquiera pensaría que por estudiar la carrera de Odontología, Gustavo no ha tenido ningún tipo de dificultad en la vida. Sin embargo, las cosas no han sido tan fáciles para el joven universitario. Por problemas que tuvo con su familia perdió todo el apoyo financiero de parte de su padre.
Pero, esto no fue impedimento para que Urquía desistiera de lograr su sueño.
Le puede interesar – HISTORIA HUMANA: Francisco Amador, con 21 años sigue el legado de su padre en el asilo «Ceder»
Nacimiento de un emprendedor
El no contar con el apoyo económico de su familia hizo que Gustavo se las ingeniara para poder pagar su carrera. Por lo que empezó realizando y animando diversa variedad de eventos. En 2016 fundó una empresa que vende camisetas con frases “catrachas”.
Urquía expresó que actualmente las camisas son vendidas en Estados Unidos, España y otros países del extranjero, donde residen hondureños. Asimismo, señaló que con la empresa da empleo a otros jóvenes.
A pesar de contar con su propia empresa, Urquía buscó la manera de apoyar a otros emprendedores. En compañía de otras personas han iniciado un proyecto para resaltar a ciudadanos que toman el riesgo de iniciar su negocio en el país.
El proyecto consiste en entrevistar a emprendedores acerca de los productos que venden y cómo las personas pueden contactarlos para adquirirlos.
“La idea surgió en una visita al ‘Bazar del Sábado’ donde miré tanta gente luchadora que quería salir adelante”, expresó Urquía. Por lo que comenzaron el proyecto para promocionar a los micro, pequeños y medianos empresarios.
Pasión por la Odontología
El ayudar a las demás personas es algo que lo ha caracterizado. Así que manifestó que la forma en que él podía hacer un bien a otros era regalándoles una sonrisa.
“En Odontología le devolvemos la sonrisa a las personas y el autoestima”, expresó Urquía.
El joven señaló que en su estancia en el Hospital de Yoro ha atendido una gran cantidad de casos increíbles. Pero la mejor satisfacción es que las personas quedan alegres con los resultados en sus sonrisas.
Entre uno de los proyectos a futuro por parte de Gustavo se encuentra la instalación de su propia clínica en la ciudad de San Pedro Sula.
