La historia de Santadevi Meghwall nos puede parecer de telenovela. Pero para ella, es una situación recurrente entre las familias de su aldea.
Santadevi vive en una villa del estado de Rajasthan, que como otro 6 estados de India, aún practican el matrimonio entre menores de edad. A pesar de que está vetado, no existen leyes claras y se puede hacer efectivo legalmente de todos modos.
Hoy de 20 años, tiene un caso bastante particular con el matrimonio. Sus padres lo concretaron cuando ella tenía apenas 11 meses de vida. Y a los 16 años comenzó a luchas por poder librarse de este acuerdo.
“Es parte de la tradición de nuestra aldea que cuando un pariente anciano muere, un niño de la familia debe casarse en 13 días”.
Apenas siendo una bebé, Santadevi ya estaba comprometida y legalmente casada. Para esto se hace una ceremonia, en la que los niños sólo deben sentarse juntos. No es sino hasta la adolescencia de la mujer que se lleva a cabo la unión de verdad. En las localidades que se realiza esta práctica, la edad promedio para el matrimonio es de menos de 18 años para las mujeres y 21 para los hombres.
Mientras iba creciendo, no le gustó nada la idea de casarse. Veía que su hermana mayor, en la misma situación, era infeliz. Luego llegó la edad en la que su prometido debía buscarla, y ahí se decidió: tenía que escapar de esa unión.
“Cuando cumplí 16 y mi supuesto marido, Sanwalram, y sus padres aparecieron en mi casa en la villa Rohicha Kallan y me rehusé a irme con ellos, Sanwalram mostró su verdadera cara. Él comenzó a acosarme mientras iba a la escuela. Incluso me amenazó con llevarme a la fuerza. Los vecinos lo veían acosándome, pero nunca hicieron nada. Esas experiencias me ayudaron a oponerme a tal matrimonio”.
En ese entonces Santadevi comenzó a estudiar el tema, para poder saber cuáles eran sus opciones. Es complicado porque en la mayoría de los casos, el hombre no cede, por lo que deben seguir casados. No es común que una mujer desobedezca lo acordado por las familias, pero ella no quería vivir así.
Consiguió ayuda en una ONG, Saarthi Trust. Acá la asesoraron y comenzaron a enseñarle acerca del proceso. Tenía que llenar una petición para anular el matrimonio, pero su actual esposo y su familia se oponen.
En su villa tampoco la aceptaron. Se deben regir por sus reglas, y justo en ese tiempo impusieron una multa de 1.600 millón de rupias. Todo esto por anular el matrimonio. A pesar de ello, sus padres la apoyaron y comenzaron a hacer el proceso, que aún no se concluye.
Todas sus amigas fueron casadas, pero ninguna pretende cambiar su situación. En cambio, los padres de Santadevi dejaron que siguiera su sueño de ser profesora, y actualmente está en la universidad. Es otra actividad poco común para las jóvenes indias.
