Redacción. Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, habría señalado al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, como líder del Cártel de los Soles, según versiones de medios internacionales.
Esta organización, considerada por Estados Unidos como un grupo terrorista, estaría integrada presuntamente por altos funcionarios venezolanos y tendría vínculos con otras redes criminales como el Cártel de Sinaloa y el Tren de Aragua.
Guzmán se declaró culpable en julio de 2025 de narcotráfico, lavado de dinero y uso de armas, convirtiéndose en testigo protegido.

Gracias a este acuerdo, evitó un juicio prolongado y la posibilidad de una cadena perpetua, siempre y cuando cumpla con sus compromisos de colaboración con las autoridades estadounidenses.
Su testimonio ahora se perfila como una pieza clave para reforzar las investigaciones sobre presuntos vínculos entre el cártel de Sinaloa y el régimen venezolano.
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Los Soles
El Cártel de los Soles, según informes de la fiscalía estadounidense, opera desde la década de 1990. Además, habría utilizado sus conexiones dentro del gobierno venezolano para introducir drogas y violencia en otros países, incluido Estados Unidos.
La fiscal general estadounidense, Pam Bondi declaró en entrevistas previas que Maduro podría usar estas organizaciones para llevar drogas letales y generar violencia en territorio estadounidense, aunque hasta el momento no se han presentado pruebas públicas que confirmen de manera definitiva su implicación.
Desde el 7 de agosto de 2025, el gobierno estadounidense designó al Cártel de los Soles como grupo terrorista, aumentando la presión sobre el régimen venezolano.

Washington tampoco reconoce la presidencia de Nicolás Maduro y mantiene sanciones y acciones judiciales contra miembros de su círculo cercano.
Aunque la acusación de Guzmán aún requiere corroboración, expertos coinciden en que su testimonio puede ser un elemento clave para desarticular redes criminales transnacionales.
Por ahora, las investigaciones continúan abiertas, mientras la comunidad internacional sigue de cerca los posibles nexos entre altos funcionarios venezolanos y el narcotráfico global.