Redacción. En un giro importante que podría definir el futuro de Erik y Lyle Menéndez, el fiscal de distrito de Los Ángeles, Nathan Hochman, declaró que no apoya la solicitud de un nuevo juicio presentada por los hermanos en 2023.
Según informó The Guardian, Hochman también cuestionó la validez de las pruebas que sustentan las acusaciones de abuso sexual contra su padre, José Menéndez, aunque dejó abierta la posibilidad de reconsiderar la sentencia que los condenó a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en 1996.
Los hermanos Menéndez, hoy de 53 y 56 años, recibieron una condena por el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez, en 1989. En el juicio, la defensa alegó que los hermanos mataron a sus padres debido al miedo que sentían por los años de abuso físico, psicológico y sexual que sufrieron por parte de su padre. Sin embargo, la acusación sostuvo que el verdadero motivo de los asesinatos se debía a la codicia, ya que los Menéndez planeaban heredar la fortuna millonaria de la familia. A pesar de múltiples apelaciones, la condena de los hermanos sigue en pie.
Los hermanos, a quienes arrestaron en 1990 y juzgaron en dos procesos separados debido a la falta de consenso en el primer juicio, han pasado más de tres décadas tras las rejas mientras intentaban revertir su condena. A lo largo de los años, su caso ha estado bajo análisis jurídicos y mediáticos, generando posturas divididas.
Hochman cuestiona las pruebas de abuso sexual
Nathan Hochman expresó dudas sobre las acusaciones de abuso sexual que los hermanos Menéndez presentaron como motivo de los homicidios. The Guardian reportó que el fiscal de distrito señaló que las versiones iniciales de los hermanos no mencionaban el abuso como la razón para cometer el crimen. “Fue su cuarta versión de los hechos. No dijeron desde el principio: ‘Matamos a nuestros padres porque nuestro padre nos abusó sexualmente’”, comentó Hochman. Además, destacó que las pruebas relacionadas con el abuso sexual son “extremadamente limitadas” y no sostienen suficientemente las alegaciones presentadas.
El fiscal también reiteró que, aunque el abuso sexual es un delito grave, no justifica el asesinato. Citando a su predecesor en el caso, George Gascón, Hochman agregó: “El abuso sexual no justifica matar a tus padres”. Estas declaraciones contrasta con las de Gascón, quien había mostrado apoyo a la reconsideración de la sentencia en 2023, en un intento por revisar el caso bajo nuevas perspectivas.
La relevancia de las nuevas pruebas
A finales de 2023, surgieron elementos clave que reavivaron el caso de los Menéndez. Por un lado, una carta escrita por Erik Menéndez antes de los asesinatos parecía respaldar sus acusaciones de abuso.
Además, un exintegrante de la banda Menudo testificó que también sufrió abuso por parte de José Menéndez, lo que agregó una nueva dimensión al caso. Estos elementos llevaron a los hermanos a presentar una petición de habeas corpus, argumentando que su condena era inconstitucional debido a la aparición de nuevas pruebas. Sin embargo, Hochman desestimó la relevancia de estas pruebas, calificándolas de insuficientes para justificar un nuevo juicio.
El gobernador de California, Gavin Newsom, posee la autoridad para conmutar la sentencia de los Menéndez. The Guardian reportó que Newsom decidió posponer cualquier decisión sobre clemencia hasta que Hochman revisara el caso. En noviembre de 2024, Newsom anunció que esperaría el análisis del nuevo fiscal antes de tomar una determinación sobre el futuro de los hermanos.
A medida que se acerca la audiencia de marzo, el destino de los hermanos Menéndez sigue estando incierto. Aunque Hochman ha dejado claro que no apoya un nuevo juicio, aún no ha tomado una postura definitiva sobre la posibilidad de reconsiderar su sentencia, lo que podría hacerlos elegibles para libertad condicional. Hochman está evaluando cuidadosamente el historial de rehabilitación de los Menéndez tras más de tres décadas en prisión.