Redacción. Autoridades reportaron el hallazgo del cuerpo sin vida de uno de los pescadores que desapareció ayer miércoles en las aguas de la bahía de Omoa, departamento de Cortés, zona norte de Honduras.
Tras realizarse el proceso de identificación del cadáver, en la playa de ‘El Faro’ del municipio de Puerto Cortés, se logró constatar que se trataba del ciudadano Henry Orellana.
A Henry también se le conocía con el apodo de “El Niño”. Al momento del naufragio se encontraba en compañía de su compañero Carlos, conocido como “El Anemia”, quien aún se encuentra desaparecido y otros dos colegas más que sí lograron sobrevivir gracias a otros pescadores.
Un buen amigo
Orellana era el propietario de un reconocido taller de electricidad en San Pedro Sula, sus familiares y amistades lo recordaron como una buena y alegre persona.
«Yo conviví con él años, aquí somos vecinos. Pasábamos charreando todos los días, bromeando y nos llevábamos super bien», recordó uno de los amigos de Orellana. Agregó que siempre celebraban los cumpleaños de manera muy amena.
El ciudadano llevaba una vida muy saludable, ya que en sus redes sociales mostraba fotografías de su impecable forma física.
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«No iba a ir»
Por otra parte, Vanessa Rivera, sobrina de Henry, relató a medios locales que su tío había ido a pescar el fin de semana pasado y no tenía planeado volver a ir tan pronto. Sin embargo, fue solo a dejar a sus colegas, sin imaginarse que no volvería.
“Sus planes cambiaron mar adentro, y esa mala decisión hizo que pasara lo que no queríamos que pasara”, lamentó Rivera.
Según relatos de los sobrevivientes, cuando estaban en alta mar, el viento hizo que la lancha se diera vuelta y cayeran al agua. Además, contaron que minutos antes, Henry había elevado una oración a Dios.
Henry Orellana era padre de una joven que reside en los Estados Unidos y tenía dos nietos. Hasta el momento los cuerpos de socorro no han logrado encontrar el cuerpo de Carlos.