Redacción. Con lágrimas en los ojos y una voz cargada de dolor, Silvia Mencías, madre de Isy Obed Murillo, recuerda cómo la vida de su familia cambió para siempre tras la muerte de su hijo en 2009.
Isy Obed, de tan solo 19 años, falleció el 5 de julio de ese año por un disparo en la cabeza mientras participaba en una manifestación frente a la pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional Toncontín, en Tegucigalpa. La protesta formaba parte de la resistencia tras el golpe de Estado contra el entonces presidente Manuel Zelaya.
“Estos 15 años han sido de dolor. Hemos podido soportar estos momentos solo por la pura misericordia de Dios”, expresó Mencías, quien aún enfrenta el impacto devastador de aquella tragedia.
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Un golpe devastador para la familia Murillo-Mencías
La muerte de Isy Obed desintegró a la familia, según relata su madre. “Aunque pobres, éramos muy felices. Pero desde el momento en que mi hijo murió, nuestra vida dio vueltas. Un hijo muerto y siete lejos de nosotros. Ahora no los veo a diario, solo por teléfono, y no es lo mismo”, confesó.
Además, denunció que la familia fue estigmatizada tras el asesinato de su hijo. “Se convirtió en un delito ser Murillo-Mencías. Nos señalaban como delincuentes, y ya nadie nos daba trabajo. Desde entonces dejamos de ser la familia unida que éramos antes”, lamentó.
El clamor por justicia
Silvia también se mostró indignada por los rumores que aseguran que recibe pago por expresar su dolor. “¿Dónde han visto que una madre recibe pago para llorar? Todas las madres lloramos porque amamos a nuestros hijos. Yo tengo 12 hijos, y a todos los amo por igual. El amor de un hijo duele, y yo sé que otras madres pueden entenderme”.
Pese al sufrimiento, Mencías insiste en que su lucha no busca venganza, sino justicia. “Isy Obed era un ser humano. Pedir justicia no es pecado”, afirmó, mientras recordó cómo las noches se llenan de oraciones para encontrar fuerzas y sobrellevar la ausencia de su hijo.
Caso Isy Obed
El caso de Isy Obed volvió a ocupar titulares recientemente tras la captura de Romeo Vásquez Velásquez, exjefe del Estado Mayor Conjunto, quien ha sido vinculado al homicidio del joven durante las manifestaciones del golpe de Estado.
Vásquez Velásquez es uno de los tres señalados en este crimen, y su detención marca un avance significativo en la búsqueda de justicia que la familia Murillo-Mencías ha exigido durante más de una década.
A 15 años de su muerte, Isy Obed sigue vivo en la memoria de su familia, especialmente de su madre. “Está dentro de mi corazón. Este proceso (apertura del caso de su hijo) no es de alegría para mí, porque vuelve a abrir la herida, pero confío en Dios para soportar este dolor”, agregó Silvia Mencías.
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