Redacción. El inicio de un nuevo año nos impulsa a mejorar y alcanzar nuestra mejor versión, y uno de los métodos más efectivos para lograrlo es establecer metas claras que nos orienten en los meses venideros. Sin embargo, en ocasiones esas metas se transforman en sueños difíciles de cumplir. La clave para hacerlas realidad es asegurarse de que los propósitos de Año Nuevo sean alcanzables.
Tener objetivos no debe sentirse como una meta lejana. De hecho, cuando son realistas, los propósitos de Año Nuevo pueden generar un verdadero sentido de logro. Si cada año te enfrentas a las mismas dificultades y no logras completar tus metas, es probable que el problema sea que las hayas planteado de forma poco realista.
1. Establecer metas pequeñas
Cuando escogés metas muy grandes para cumplir en el plazo de un año, básicamente te exponés a perder la motivación pronto y eventualmente fallar. Para reconocer si tus metas son lo suficientemente pequeñas, considerá otros factores de tu vida como el tiempo que pasás trabajando, el trayecto de regreso a casa, hacer las compras, entre otras actividades que te restan tiempo. Es imposible leer dos libros a la semana si tus días están siempre saturados de actividades.
2. Propósitos concretos
Entre más generales sean, más confusos te resultarán y será lo doble de complicado llevar a la práctica tus propósitos. Un ejemplo de esto es decir “voy a usar menos mi celular”, pues el objetivo es poco específico y muy ambiguo; disminuir el uso de pantallas puede ser por 10 minutos o el tiempo que sea. Mejor intentá algo como: “Solo voy a usar mi celular tantas horas al día”.
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3. Crea un plan
Tus propósitos no son solo una idea que suena bonita, para aterrizarlos en tu vida tenés que armar un plan que te ayude a seguir la meta final. De esta forma, no perderás de vista la meta final, ya que después de algunas semanas quizás te haga falta la emoción de tus nuevas rutinas y sin un plan te será más complicado reconocer cuando tus propósitos son realizables o no.
4. Ser independiente
Al final del día sos vos quien debe recorrer todo un proceso para concretar los propósitos de Año Nuevo, que las actitudes de los demás no interfieran con tu objetivo. Es completamente válido buscar apoyo en otros, lo que no es ideal es dejar tus próximos logros en manos de otras personas. Este es el momento de ser tu principal motivador.
5. Escoger propósitos nuevos
Evitá proponerte los mismos objetivos que estableciste años pasados y que no lograste. En cambio, buscá otros diferentes para comenzar desde cero el camino al éxito. En caso de que necesites retomar metas del pasado podés hacerlo, pero intentá modificar algo de ella para que se sienta nueva y no la vincules con tropiezos del pasado.
6. Determinar un margen de tiempo
Determinar un lapso de tiempo en el que debés alcanzar tus metas puede ser de gran ayuda para no posponerlas. Sin embargo, nuevas rutinas no aparecen de noche a la mañana, no te castigues por no conseguir tus objetivos diariamente. Es normal cometer errores en el proceso, lo importante aquí es tu resiliencia para seguir adelante.
7. Apoyarse en los hábitos
Si tenés en mente comenzar a ejercitarte o dormir más temprano, es más fácil que lo consigas si implementás dichas actividades en alguno de tus hábitos. Es decir, si acostumbrás a tomar café en las mañanas y querés comenzar a hacer ‘journaling’, hacelo acompañado de tu café de todos los días. Al asociar estas dos actividades es más fácil integrar la nueva práctica en tu vida, de acuerdo con la revista Self.