Redacción. A pocos días de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la demócrata Kamala Harris y el Republicano Donald Trump, sueltan diariamente una avalancha de mensajes de texto a la población estadounidense.
“El futuro mismo de la república está en juego”, dicen algunos de los textos y muchos otros lo insinúan. “Pero tú, sí, TÚ, Sally, José o inserta tu nombre de pila aquí— puedes salvarla. Por tan solo 7 dólares”.
Enviar mensajes de texto es una manera económica y fácil de llegar a posibles votantes y donantes, sin todas las reglas destinadas a mantener un poco de honestidad en la publicidad tradicional pagada. Ambos bandos están trabajando agresivamente en el envío de mensajes de texto. En los últimos días de la campaña, el sonido de los teléfonos puede ser implacable, según los reportes.
“Todo el día, todos los días”, dijo Robyn Beyah sobre el torrente mientras hacía fila para entrar a un mitin de Harris en las afueras de Atlanta la semana pasada. “Tienen mi número. Prácticamente, somos mejores amigos”, aseguró.
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Beyah está de acuerdo con eso. Considera el bombardeo de mensajes de texto “inofensivo” porque es para una candidata en la que cree. Incluso invita a la campaña de Harris a “acosarme con mensajes de texto”. No todos los votantes son tan caritativos.
“Para ser honesto contigo, en este punto, lo he sacado de mi cerebro”, dijo Ebenezer Eyasu de Stone Mountain, Georgia, mientras hacía fila en el mismo mitin de Harris. Comentó que la docena de textos que recibe cada día se han convertido en “ruido de fondo”.
¿Son legítimos?
A pesar del tono de que nace un tonto cada minuto en algunos de los textos de la campaña presidencial, los expertos dicen que se puede estar razonablemente seguro de que las donaciones a las campañas oficiales de los candidatos o a las principales organizaciones del partido se utilizarán para el propósito previsto.
Pero muchos más grupos están pidiendo dinero para la temporada electoral, no todos ellos son legítimos y clasificar eso requiere trabajo, según expertos.
Algunos grupos de movilización de votantes que afirman estar financiados por la izquierda, por ejemplo, pueden ser instigadores de la derecha, o simplemente están tratando de recopilar información personal sobre los ciudadanos.
Autoridades hicieron un llamado la población a estar alertas y leer la letra pequeña al final de cualquier enlace de recaudación de fondos, para evitar estafas durante la campaña electoral.