AFP. Hamás afirmó el jueves que «cerca de 50» de sus rehenes israelíes murieron Gaza por los bombardeos de Israel, que llevó a cabo una incursión de tanques en el enclave palestino con vistas a invadirlo.
Durante la noche del miércoles al jueves, «el ejército llevó a cabo una operación selectiva con tanques en el norte de la Franja de Gaza», indicó un comunicado castrense.
Imágenes de video en blanco y negro subidas por el ejército mostraron una columna de vehículos blindados y niveladoras que atraviesan lo que parece ser una cerca fronteriza.
AFP identificó el sitio al sur de la ciudad israelí de Ashkelon pero no pudo determinar cuándo fue grabado el video.
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«Estamos preparando una incursión terrestre», confirmó el miércoles el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que prometió «aniquilar» a Hamás, que gobierna Gaza, en represalia por el ataque llevado a cabo el 7 de octubre por el brazo armado del movimiento islamista en el sur de Israel.
Ese ataque dejó más de 1.400 muertos en Israel, entre ellos más de 300 militares, según las autoridades israelíes.
Bombardeos
Los incesantes bombardeos de represalias lanzados desde entonces por Israel mataron por su lado, según Hamás, a unas 7.000 personas, entre ellas 2.913 niños.
Hamás publicó los nombres de más de 6.700 personas que figuran en su balance de muertos. Un día después de que Biden pusiera en duda la fiabilidad de esas cifras.
Según el ejército israelí, 224 rehenes fueron además secuestrados durante el ataque de Hamás, que hasta la fecha ha liberado a cuatro mujeres.
El brazo armado de Hamás, las brigadas Ezzeldin al Qasam, afirmó que unos 50 murieron en los ataques israelíes.
«El número de rehenes sionistas que murieron en la Franja de Gaza a raíz de los bombardeos y masacres sionistas alcanzó cerca de cincuenta», indicó el movimiento islamista en Telegram.
Esta afirmación no pudo ser verificada a través de una fuente independiente.
Ofensiva terrestre
La probable ofensiva terrestre israelí preocupa seriamente a la comunidad internacional, que teme un aumento dramático del número de víctimas civiles en la Franja de Gaza.
Israel sumó a su campaña de bombardeos un «asedio total» de este enclave de 362 km2 y más de 2,3 millones de habitantes, privados ahora del aprovisionamiento de agua, comida y electricidad.
Biden pidió el miércoles a Israel «proteger a los civiles inocentes» en su campaña contra Hamás.
«Cuando termine la crisis, tiene que haber una visión de lo que vendrá después», agregó, reiterando su apoyo a una solución de dos Estados, uno palestino y otro israelí.
El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió el miércoles en El Cairo que «una intervención masiva que pone en peligro la vida de la población civil (…) es un error».
«Pausas» humanitarias
Los médicos en los hospitales están desbordados con heridos y deben realizar intervenciones sin anestesia.
Estados Unidos propuso «pausas» para facilitar la entrega de ayuda humanitaria. Los 27 países de la Unión Europea (UE) debatieron este jueves en Bruselas esa petición.
Cerca de 1,4 millones de personas, más de la mitad de la población de la Franja de Gaza, han sido desplazadas huyendo de los bombardeos israelíes, según la ONU.
El jueves, una adolescente fue sacada de los escombros de un edificio en Jan Yunesn tras 35 horas sepultada.
«Allí donde vayamos, moriremos», afirmó Rahma Saqallah, antes de regresar a Ciudad de Gaza desde Jan Yunes con su hija menor. Había huido de hacia el sur con su marido y sus cuatro hijos acatando la orden de evacuación del norte dada por Israel. Pero, todos los demás miembros de su familia perecieron en un bombardeo.
«Ningún lugar es seguro en Gaza», afirma Lynn Hastings, coordinadora de asuntos humanitarios de la ONU para los territorios palestinos.
Menos de 70 camiones con ayuda han ingresado al enclave desde el inicio de la guerra.
Israel ha impedido el ingreso de combustible por temor a que Hamás lo utilice para cohetes y explosivos. Pero, los organismos de socorro advierten que más personas morirán sin combustible porque no podrán utilizarse equipos médicos, plantas de desalinización de agua y ambulancias.
La ONU señala que 12 de los 35 hospitales del enclave han cerrado por daños o falta de combustible para sus generadores eléctricos.
Explosión regional
La guerra también despertó temores de una conflagración regional.
El movimiento Hezbolá, basado en Líbano, lanzó el miércoles un misil contra un dron israelí.
El rey jordano Abdalá II advirtió que la actual violencia podría «conducir a una explosión» regional.
La violencia también creció en Cisjordania ocupada, donde más de 100 palestinos murieron desde el 7 de octubre, según las autoridades sanitarias palestinas.
El Banco Central Europeo se mantiene «muy atento» al riesgo económico que plantea el conflicto en Medio Oriente. Que podría disparar los precios de la energía, declaró el jueves su presidenta, Christine Lagarde.