Lempira, Honduras. Una mujer de la tercera edad fue encontrada muerta y desmembrada en medio de unos matorrales en el sector de Candelaria, departamento de Lempira, zona occidental del país.
La mujer tendría aproximadamente 75 años y era conocida como «doña Cundita». Según trascendió, su esposo había reportado su desaparición desde ayer, miércoles. De acuerdo con el relato de algunos residentes del lugar, la señora sufría problemas mentales.
Un poblador encontró el cuerpo semidesnudo, y se percató de que este no tenía brazos ni su pie izquierdo. Se presume que la habrían ultimado con arma blanca.
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El cadáver estaba localizado exactamente a unos 100 metros de su vivienda. Se hizo un llamado a la Policía Nacional, que llegó a acordonar la zona y realizar las pesquisas correspondientes.
Hasta el momento se desconoce el móvil del crimen. Las autoridades inspeccionan la zona para dar con el paradero de los responsables.
Personal de Medicina Forense también llegó al lugar para realizar el levantamiento del cuerpo y trasladarlo hasta la Morgue, donde se le practicará una autopsia que revelará más detalles sobre el hecho.
Otro crimen
Una hondureña fue asesinada la noche del martes, en Upper Darby, Filadelfia, Estados Unidos y su expareja es el principal sospechoso del crimen.
La mujer, de nombre María Lucía Caravantes Rodríguez, era originaria de Quebrada Seca, municipio de Nueva Arcadia, en el departamento de Copán.
De acuerdo con el testimonio de los familiares, María se había ido a Estados Unidos huyendo de su expareja, pues él la agredía constantemente. Sin embargo, el sospechoso supuestamente la localizó en Estados Unidos y allá habría acabado con su vida.
La joven decidió irse a Estados Unidos hace un año, en busca de mejores oportunidades para brindarle a su familia una mejor calidad de vida.
En HCH la madre de la joven pidió justicia, y aseguró que es la expareja de su hija el culpable.
“Yo no esperaba esto, pero Dios tiene que tomar sus medidas para el que hizo eso con mi hija. Ingrato que se aprovechó de ella, me la sonsacó de aquí», dijo María Caravantes, madre de la joven.
Según doña María, el supuesto agresor llegaba a casa de su hija y ella, en reiteradas ocasiones, aconsejó a su hija que se alejara de él, pero “nunca me hizo caso”.
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