La pregunta ronda por las mentes de los hondureños, ¿he comido carne de perro sin darme cuenta? ¿qué tan altas son las probabilidades? Guillermo Van Tuyll, veterinario sampedrano dice que: «bien condimentada, no hay forma de distinguir la carne de perro».
Con su basta experiencia en la materia, habló sobre las imágenes divulgadas por el Ministerio Público sobre la supuesta carne de perro encontrada en el restaurante chino de Torocagua. Al respecto dijo:
«Parece carne de cabro». Tal y como decían los empleados del lugar, el veterinario opina lo mismo. Es una razón simple: un perro suele ser más corto de sus extremidades y mucho menos delgado, según expresó.
«La única forma es que estuvieran criando la raza galgo, pero sería mucho más serio», agregó el veterinario.
Cantidad de vídeos viralizados en redes sociales muestran el maltrato animal. Este se da, en ocasiones, para utilizarlos como alimento humano. Los procesos son crueles y nos brindan una perspectiva de cuánto sufren los animales para que nosotros nos demos un «festín».
Al respecto, Guillermo, con más 25 años de experiencia tratando animales y como conocedor del área dice lo siguiente:
«Cada ideología es diferente. Desconozco la metodología pero en Honduras está vigente la nueva Ley de Animales». En ese sentido, hace referencia a la diversidad gastronómica de cada país, la de los chinos, es muy variada.
Asimismo, también opina que con la nueva ley se debe penalizar el maltrato animal, sin importar si es doméstico o silvestre. Si se causa daño, es un caso que debe llevarse a juicio o arreglarse con pago de multas.
«Así como mandan la nueva Ley de Tránsito, así debería de compartir la Ley de Protección Animal», agregó el veterinario. Dicha ley entró en vigencia desde el 6 de octubre de 2016.
De la misma manera, instó a los hondureños a denunciar los casos de maltrato animal. «Honduras no es el mismo», dijo.
En ese sentido, aseguró que en la actualidad hay más personas conscientes que no se quedan calladas. Son los mismos que se conectan y se entienden por un objetivo en común.
Otro aspecto importante que debe analizarse, es que los perros no están criados para el consumo; una situación que puede acarrear enfermedades graves para las personas.
ZOONOSIS
Al respecto, el veterinario Van Tuyll, cuenta que se les llama «zoonosis». Estas son un conjunto de enfermedades propias de los animales por andar en las calles.
Una de las formas en las que un humano puede infectarse, es través del consumo de la carne del animal. El verdadero problema con estas enfermedades es que son «irreversibles», según el veterinario sampedrano.
De la misma manera, el opina que si es tanta el hambre en el país y se desea comer carne de animales domésticos, se debe:
- Poner los animales en granjas
- Evaluarlos
- Certificarse para que sean consumibles
Por esa misma razón, es que él está en total desacuerdo con la aprobación del consumo de carne de perro. Por la situación de pobreza y hambre en el país, consumen cualquier alimento sin importar las consecuencias.
Además, se le consultó si hay manera de distinguir la carne de perro de otras carnes como la de res o el mismo pollo. En respuesta él manifestó:
«Bien condimentada, no hay forma de distinguir la carne de perro». Además, agregó que aunque las carnes se pueden diferenciar por el toque dulce o salado, aquí no hay posibilidad.
El condimento puede camuflar bastante bien lo sabores. De la misma manera, esconde completamente el olor, que en el caso de la carne de perro, esa sería la forma de enterarse. Además, combinado con un buen ablandador, no es posible darse cuenta.
EXPERIENCIA DE GUILLERMO VAN TUYLL
Guillermo Van Tuyll, contó también que hace algunos 20 años tuvo una experiencia similar. Fue a un conocido puesto de carnes sampedrano y pidió su comida; se dieron cuenta que comieron carne de perro.
«Ya estaba hecho», dijo. Por lo cual, simplemente siguió comiendo y le echó más ketchup a su trozo de carne. El puesto fue cerrado después por quejas de los mismos clientes.
