Redacción. Las autoridades chinas detuvieron a seis personas y abierto investigaciones disciplinarias contra otras 27 tras un grave accidente de intoxicación alimentaria que ha afectado a más de 230 niños de una guardería en la provincia de Gansu, al noroeste de China.
Según el periódico británico The Guardian, el caso se encuentra ya entre los más graves en materia de seguridad alimentaria escolar registrados en el país.
El suceso tuvo lugar a principios de julio en la en la guardería Brownstone Peixin, situada en el distrito de Maiji (ciudad de Tianshui). Allí, decenas de menores terminaron hospitalizados tras consumir alimentos manipulados con colorantes industriales que contenían niveles de plomo hasta 400,000 veces superiores al límite legal.
Una investigación oficial publicada el domingo por el Comité Provincial del Partido Comunista revela una cadena de negligencias, intentos de encubrimiento, sobornos y falsificación de resultados médicos. El informe señala directamente a la directora del centro, quien habría impulsado el uso de pigmentos no comestibles en los platos con el objetivo de “mejorar su aspecto” y atraer matrículas.

El cocinero del centro adquirió los colorantes tóxicos por internet, a pesar de que los envases indicaban que no eran aptos para el consumo.
Según The Guardian, 235 niños fueron inicialmente hospitalizados con síntomas como dolor abdominal, náuseas y oscurecimiento de los dientes. Análisis posteriores confirmaron niveles elevados de plomo en la sangre de 247 personas, incluidos varios miembros del personal escolar.
Cadena de negligencias, intentos de encubrimiento y sobornos
Entre los detenidos se encuentran la directora del centro y otros cinco empleados. Las autoridades también han iniciado investigaciones disciplinarias contra trabajadores del hospital local, funcionarios educativos y responsables de control sanitario. La cadena de errores institucionales incluye desde la falta de inspecciones sanitarias en escuelas privadas durante más de dos años hasta la aceptación de sobornos por parte de los responsables locales de educación.
Uno de los aspectos más graves del caso afecta al Segundo Hospital Popular de Tianshui, donde -según el informe- al menos dos pruebas médicas se manipularon ilegalmente para reflejar niveles mucho más bajos de plomo en sangre. Además, se acusa al Centro Provincial de Control de Enfermedades de Gansu de tomar muestras de forma incorrecta y alterar los resultados.

Las autoridades provinciales han pedido disculpas públicamente a las familias y han confirmado que todos los menores han recibido tratamiento, con una reducción media del 40% en los niveles de plomo tras la primera ronda de cuidados médicos. Solo un niño permanece aún hospitalizado.