Patricia Murillo Gutiérrez
Una comitiva de la Juventud del Partido Libertad y Refundación, Libre, M-28 de Junio, liderada por la Coordinadora de ese Movimiento en Cortes, la doctora y diputada Scherly Arriaga, se regocijo cuando pudo observar que Nicole, la bebita de 17 días que casi muere intoxicada el miércoles 23 de Septiembre, cuatro días después, estaba sanita, creciendo y muy hambrienta.
Y es que esta hondureñita, que vino al mundo en el momento menos apropiado, cuando no hay ningún tipo de seguridad humana, seguridad jurídica y menos vigencia de los derechos humanos en su Patria, fue la víctima más joven de la bestialidad y abuso de fuerza que manifestaron las fuerzas del orden público, en el violento desalojo de más de cien familias, que residían en la comunidad, Regalo de Dios, en Villanueva. Cortés.
Allí también perdió la vida el joven Fernando José Castro Ramírez, 16 años, que al menos tuvo el consuelo de morir en los brazos de una pobladora, a quien en sus minutos de agonía, decía mama, antes de apagar sus ojitos para siempre. Su abdomen fue atravesado por una bala. Y los que andaban armados disparando bala viva al decir de los pobladores, fueron policías y militares.
Al margen que un juez de lo Penal ordeno el desalojo, pues apareció la señora Alejandrina Aguilar Maldonado como supuesta propietaria del predio de 15 manzanas, según nota publicada en Tiempo, tras que los habitantes tenían entre 3 y 6 años de vivir allí, es más que lamentable, desgraciado.
Y tras ser noticia por unas horas, hoy aparecen invisibilizados esos compatriotas, de allí que gracias al noble corazón de muchos sampedranos que se acercaron el pasado domingo al Atrio de la Catedral católica, en pleno Centro, a llevar donaciones de víveres, ropa y agua, así como algunos lempiras para colaborar en unas urgencias, se pudo llevar ese mismo día, tal apoyo que fue entregado por esa juventud que fortalece así, con hechos más que con discursos y palabras rebuscadas, su moral solidaria y conciencia social hacia su prójimo.
Loable es la presencia del doctor Robert Ayala, galeno de Villanueva, que tras que los policías y militares se fueron dejando tierra arrasada, llego con agua y dando asistencia médica a los más afectados en el Regalo de Dios.
Honduras es una de las naciones más inequitativas del Planeta y tiene ya el 56% de su población viviendo en las ciudades según el Instituto Nacional de Estadística, INE, y el 44%, en el área rural.
Y usted y yo sabemos cómo viven en nuestras ciudades los más excluidos. Aquí la mayoría cae en las garras de la peor desigualdad. Sin embargo la buena nueva de esta historia es que Nicole vive y Dios le permitira ver un nuevo país.
