TEGUCIGALPA, HONDURAS. Según el informe del Barómetro de las Américas, nombrado «Cultura política de la democracia en Honduras y en las Américas 2021″, un 45 por ciento de los hondureños estarían dispuestos a apoyar un golpe militar en el 2021, cifra que disminuyó a comparación del año 2009, donde un 55% de ciudadanos apoyaban un golpe de Estado.
Pese a que en 2009 un 55% de la población apoyaba el golpe militar, esto marcó a Honduras por muchos años, dejando consecuencias en el transcurso de los años.
En ese sentido, las consecuencias fueron catastróficas, los muertos siguen siendo cientos y la pérdida del orden constitucional sigue roto, indica el informe.
Las consecuencias políticas del golpe de Estado dejaron una sociedad politizada, mucho más ideologizada que antes. En sus aspectos positivos, señala, el pueblo tomó mas conciencia de clase e histórica sobre su papel en el todo social y llegó a comprender la situación política de su entorno inmediato.
Sumado a ello, indica que el golpe dejó un Estado de Derecho fracturado, mucho más débil de lo que se tenía. Mientras que varios de los logros en la construcción del sector público fueron destruidos.
Asimismo, añade que este hecho dejó una una sociedad militarizada, neoliberalizante, una postura fascistoide por parte de la oligarquía y los poderes fácticos.
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Apoyo a un golpe militar
Según el informe de 2021 del Barómetro de las Américas, en cuanto al apoyo a un golpe de Estado evidencia que, si bien es menos probable que los ciudadanos toleren una toma del poder por parte de los militares que hace una década, es mucho más probable que consientan un Poder Ejecutivo que gobierne sin el Poder Legislativo en situaciones de crisis.
En ese sentido, en 2021 cuando Juan Orlando Hernández era presidente de la República, se registró que un 45% de los hondureños apoyarían un golpe militar en condiciones de alta corrupción, mientras que el promedio regional es del 40%.
Según el informe, estas cifras eran menores en el 2008, un año antes del golpe de Estado al expresidente Manuel Zelaya Rosales.
En ese entonces, el porcentaje en cuanto a las condiciones de alta corrupción era de un 10%. No obstante, un año después (2009) esta cifra se situaba en un 55%.
Por otra parte, en cuando a la elección de líderes, un 20% de los hondureños apoya a un jefe fuerte que no cumpla con las reglas para conseguir los resultados.
Asimismo, un 26% de los ciudadanos justifican el cierre del Congreso Nacional por parte del presidente si el país enfrenta «momentos difíciles». Esta cifra representa un aumento del 17% desde el 2010, indica el informe.
Democracia después del golpe
Luego de que el golpe de Estado se perpetuara con argumentos de «defensa a la democracia», esta no tuvo ninguna mejora.
Pese a que el mandatario Manuel Zelaya Rosales recibió exilio del poder debido a la cuarta urna, en la cual planeaba legalizar la reelección, los resultados para el exmandatario Juan Orlando Hernández fueron diferentes.
Mientras que la elección era ilegal en el país, Hernández se mantuvo en el poder durante 8 años, acción que provocó desconfianza hacia la democracia de Honduras.
Sin embargo, el actual informe del Barómetro de las Américas refleja que en 2021 solo un 30% de los hondureños se encontraba satisfecho con la democracia. Es decir, que solo 3 de cada 10 hondureños estaban complacidos.
Cabe destacar que el documento destaca que el apoyo a la democracia no ha recuperado los niveles registrados hace una década.
En ese sentido, según la encuesta realizada, un 49% de hondureños estuvo de acuerdo que a pesar de sus problemas, la democracia es la mejor forma de gobierno. La cifra está muy debajo de la media regional del 61%.
Baja confianza en procesos electorales
En cuanto a las elecciones en Honduras, los resultados lo ubican entre los países con más bajo nivel de confianza en procesos electorales.
Aunado a esto, solo un 23% de los hondureños dice tener confianza en las elecciones, porcentaje que se ha mantenido desde 2004.
No obstante, se registra una excepción en 2014 y 2016, cuando un 34 y 36 por ciento expresaban su confianza en las votaciones.
El nivel de confianza en las elecciones en Honduras refleja el cuestionamiento al sistema electoral hondureño.
Debido a esto, organizaciones de la sociedad civil e internacional han puesto en duda la democracia en el país desde la reelección del expresidente Juan Orlando Hernández, concluye el informe.
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