Cuando Nemo, un gato de 11 meses llegó al refugio Baldwin Park Animal Shelter en Los Ángeles, California, una trabajadora del lugar llamada Cristina García, sabía que era muy especial. Se enamoró de él e impidió a toda costa que lo pusieran a “dormir” por siempre.
Nemo llegó con una pierna rota. No tenía heridas, así que parecía que no había sido víctima de maltrato; quizás sólo se había caído y su pierna había sufrido.
A parte de esto, sus condiciones de salud eran buenas. Su actitud alegre y sus ganas de jugar eran maravillosas, así que Cristina sugirió que él tendría una buena posibilidad de conseguir una nueva familia. Ella no lo podía adoptar pues ya tiene tres gatos y dos perros.
“Mi corazón se rompe por cada uno de los animales. Sé que tengo que estar acá para ayudarlos como más pueda”.
Tenía hasta el 11 de diciembre de 2015 para que Nemo encontrara una familia, de lo contrario, lo sacrificarían. Movió cielo y tierra para lograrlo; incluso contrató a un fotógrafo llamado John Hwang para captar la atención de todos con unas buenas imágenes del adorable Nemo con corbatín.
El Departamento de Cuidado y Control Animal de Los Ángeles confirmó que Nemo consiguió un hogar definitivo. Todo gracias a Cristina, una amorosa persona que invierte gran parte de su tiempo en estar con los animales del refugio. A veces incluso deja de almorzar por estar con todos ellos. Uno de sus favoritos es un cerdo llamado Pumba.
Gracias a Cristina por darle una segunda oportunidad a Nemo.
upsocl
