Redacción. El cruel asesinato de Jova, un jaguar negro único en su especie, ha evidenciado las graves amenazas que enfrenta la fauna hondureña debido a la ganadería expansiva, la caza ilegal y el tráfico de especies dentro de las áreas protegidas del país.
El caso, ocurrido en 2023, volvió a la palestra pública luego de que la Policía Militar capturara recientemente a José Efraín Ulloa, acusado de matar al emblemático felino.
Un jaguar único en su especie
Según el Instituto de Conservación Forestal (ICF) y la Fundación Pantera, Jova era una rara variante melánica del jaguar común (Panthera onca). Este ejemplar habitaba en un sector de la Biosfera del Río Plátano, en los límites entre la zona de amortiguamiento y la zona núcleo, cerca de Dulce Nombre de Culmí, Olancho.
Era un macho de aproximadamente cuatro o cinco años de edad, de gran tamaño y belleza. Su rareza lo convirtió en objeto de monitoreo constante por parte de expertos, quienes determinaron que se trataba del primer y único jaguar negro registrado en Honduras.
El felino fue avistado en mayo de 2023 gracias a reportes ciudadanos y cámaras trampa instaladas en la zona. Sin embargo, meses después, dejó de aparecer en los registros. Su desaparición generó alarma hasta que se confirmó la peor noticia: había sido asesinado.
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El crimen: una ejecución por encargo
Una fuente del ICF, que solicitó el anonimato por temor a represalias, reveló a Diario Tiempo los detalles del crimen.
“Personas de comunidades cercanas alertaron sobre el avistamiento del jaguar negro. Nos informaron que había un animal atacando ganado y ovejas”, explicó el experto.
Ante esto, el ICF implementó medidas para proteger tanto al jaguar como a los intereses de los ganaderos, electrificando cercas y colocando más cámaras trampa para monitorear la zona y evitar conflictos entre humanos y fauna silvestre.
“En la biosfera, la zona de amortiguamiento ha sido deforestada desde hace mucho tiempo, y la ganadería ha expandido su territorio con permisos. Pero los animales no entienden de límites, ellos solo buscan alimento”, señaló la fuente.
A finales de 2023, una denuncia anónima reveló que Jova había sido asesinado por José Efraín Ulloa, un cazador conocido en la zona.
Un asesinato financiado por ganaderos
Según el relato de la fuente, una asociación de ganaderos colindantes con el Río Plátano contrató a Ulloa para cazar al jaguar.
Una vez pactado el acuerdo, el cazador localizó al animal, lo persiguió con perros de caza y lo abatió. Posteriormente, grabó un video del jaguar muerto como prueba para recibir su pago. Con su muerte, Honduras perdió al único ejemplar de jaguar negro registrado en el país.
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Jaguar en peligro de extinción
El jaguar (Panthera onca) se encuentra en peligro crítico en Honduras debido a la destrucción de su hábitat, la caza furtiva y el avance de la ganadería dentro de áreas protegidas.
Datos del ICF revelan que, en la Biosfera del Río Plátano, se pierde un jaguar al mes, principalmente por la expansión de la ganadería y la caza ilegal.
“La opinión pública a veces dice que los animales amenazan a las comunidades, pero es al revés: son las comunidades las que invaden los territorios de los animales en áreas protegidas”, enfatizó el experto.
Concientización sin acción efectiva
Organizaciones ambientales y dependencias gubernamentales han trabajado para educar a los ganaderos sobre la importancia de la conservación de especies. Sin embargo, la falta de incentivos y la búsqueda de beneficios económicos han hecho que estas iniciativas tengan poco impacto.
“A las comunidades colindantes con áreas protegidas se les ha dado educación ambiental, pero el factor monetario sigue pesando más que la conservación”, afirmó la fuente.
Debilidad del sistema judicial
Además de la falta de conciencia ambiental, la impunidad ha permitido que crímenes como el de Jova queden sin castigo.
“El Ministerio Público (MP) ha sido ineficiente en casos ambientales. Por eso, consideramos una gran victoria que este sea el primer caso judicializado abiertamente por el asesinato de un jaguar”, expresó la fuente consultada.
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José Efraín Ulloa podría enfrentar entre 4 y 6 años de prisión. No obstante, las autoridades esperan que se apliquen agravantes por tratarse de una especie en peligro de extinción.
“El jaguar melánico era único. Era el primero y el único reportado en el país. Esperamos que la Fiscalía actúe con contundencia, porque cada año llevamos al MP cientos de casos de tráfico de fauna y asesinato de animales, y siempre terminan en sobreseimientos”, lamentó el entrevistado.
Últimos avistamientos y un futuro incierto
Pese al declive de especies emblemáticas, expertos han logrado registrar la presencia de pumas, jaguares y dantos, este último también en peligro crítico de extinción.
Sin embargo, desde 2023 no se ha vuelto a ver otro jaguar negro. “Esperábamos al menos un rastro en el corazón del Río Plátano, en la zona de Ciudad Blanca, pero no hay ningún reporte”, admitió el especialista.
El plan Cero Deforestación implementado por el gobierno en 2024 ha logrado contener parcialmente la expansión de asentamientos humanos en áreas protegidas, pero aún queda mucho por hacer.
Las autoridades ambientales hacen un llamado urgente a los ganaderos y comunidades a colaborar en la conservación de la fauna.
“Si hay un avistamiento, deben avisar al ICF para tomar medidas de protección. Con el jaguar negro ya estábamos trabajando para minimizar el impacto en el ganado, pero actuaron antes de tiempo. Esperamos que este caso siente un precedente, porque estamos perdiendo un jaguar al mes en una población de menos de 2,000 individuos”, concluyó la fuente.
A pesar de la indignación que generó el asesinato de Jova, la caza furtiva, el tráfico ilegal y el exterminio de especies continúan a diario en Honduras, impulsados por la falta de control y la impunidad. Mientras las autoridades no refuercen la protección de la fauna y los ecosistemas, la biodiversidad del país seguirá en peligro.
Para expertos y hondureños, el caso de Jova debe marcar un precedente para que la justicia actúe y se tomen medidas urgentes antes de que más especies desaparezcan.