Redacción. La Fundación 15 de Septiembre, integrada por migrantes hondureños que residen en Estados Unidos (USA), denunció que está recibiendo ataques y hasta amenazas de parte de colectivos del partido de gobierno de Honduras (Libertad y Refundación: Libre).
La fundación ha mostrado capturas de pantalla por medio de sus redes social donde se observan chat y comentarios despectivos en contra de la organización y particularmente de su presidente, Juan Flores.
«Colectivos afines al gobierno han emprendido una campaña de odio y desprestigio en contra de la Fundación 15 de Septiembre y su director. La mayoría de ellos viven en USA. Se estarán tomando acciones legales», detalló en la red social X (antes llamada Twitter).
«Nos hemos vuelto un objetivo cada vez más frecuentes de campañas de odio y abuso cibernético orquestado. Hacemos un llamado a los organismos de derechos humanos
CIDH, CONADEH, ONU-derechos, que constantemente somos amenazados», agregó la organización.
Lea además: Líderes de migrantes hondureños en USA se acusan de extorsión y corrupción
Tomarán acciones
Juan Flores, coordinador de la organización, detalló a Diario Tiempo que estarán «tomando acciones como Fundación 15 de Septiembre y personal contra los colectivos que ya están identificados dentro de USA y son a fines del gobierno». Explicó que esas personas están haciendo un trabajo para descalificar a la fundación y una campaña «de odio y desprestigio» para descalificarlo como persona.
«Ya esto que están haciendo son actos criminales e incluso también estaremos tomando acciones contra el Estado de Honduras, ya que ellos están confabulados con este tipo de acciones que están timando (colectivos)», acotó Flores.
Por otro lado, Flores comentó que hace dos años un funcionario estatal de Honduras visitó las oficinas de la fundación para amedrentarlos y pedirles que guardaran silencio; es decir, no denunciar los actos de parte de la actual administración. En ese momento, les advirtieron que si no seguían esas disposiciones, iban a iniciar con la campaña de desprestigio.
«Todo eso se lo hicimos saber a las autoridades y al mismo embajador en Washington, pero no hicieron nada», afirmó.
No obstante, el presidente de la Fundación 15 de Septiembre contó que han emprendido acciones. La primera fue denunciar ante el Comisionado de los Derechos Humanos (CONADEH), para luego elevarlo a la fiscalía y posteriormente ante las autoridades de USA.
«Nuestros abogados ya están trabajando para poder tomar todas estas acciones y así todas estas personas puedan mostrar pruebas y puedan declarar lo que están haciendo y diciendo», añadió.
Es un acto delictivo
El titular de la fundación reiteró que estas acciones de parte de los colectivos son actos delictivos debido a que están publicando información privada. La misma sólo la maneja el Estado de Honduras y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Además del departamento de justicia de USA, puesto que él es un asilado político.
«Lo delicado de todo esto es que están atacando a un director de sociedad civil, a una organización de sociedad civil y a un asilado dentro de los Estados Unidos. Lo lamento por ellos, porque algunos no tiene estatus migratorio y viven dentro del país. Y sin duda esto les trae repercusiones, hacer esta campaña a favor del gobierno», afirmó.
Remarcó que la administración hondureña está advertida por las amenazas en su contra, derivadas de las denuncias de actos de corrupción que han cometido los funcionarios estatales allá en USA.
Acceso al voto
«Estamos reclamando el voto hondureño y desde ya un fraude porque los hondureños que vivimos en USA vamos a correr la misma suerte de los migrantes venezolanos, porque Nicolás Maduro no los dejó votar», detalló.
Para Flores, la situación es una clara persecución política en su contra de parte del gobierno de Honduras para amedrentarlo y callarlo. «Pero se han pasado de la raya y han puesto en peligro mi vida, la de mi familia y personas que están en la fundación», señaló. Y aseguró que los defensores de derechos humanos y sociedad civil, tanto en USA como en Honduras, están en peligro.