Redacción. La Fundación 15 de Septiembre, una de las organizaciones más influyentes de la diáspora hondureña en Estados Unidos, ha manifestado su profunda preocupación y alarma tras la renuncia de Antonio García, vicecanciller de asuntos exteriores.
La renuncia del alto funcionario ha puesto en el centro de la atención pública las tensiones políticas internas y sus posibles repercusiones para la comunidad migrante y la democracia en Honduras.
En un comunicado de prensa, los representantes de la fundación hicieron eco de las declaraciones de García, quien citó «diferencias irreconciliables» como la razón principal de su salida.
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Según García, estas diferencias se hicieron evidentes tras el reciente alineamiento político de la presidenta Xiomara Castro con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. Una postura que, a su juicio, marca un rumbo peligroso para la política exterior del país.
Alerta por consecuencias
La fundación subrayó que las palabras del exvicecanciller no solo confirman sus advertencias pasadas sobre el curso del gobierno, sino que también encienden las alarmas.
De acuerdo con el comunicado, García dejó entrever que los inmigrantes hondureños radicados en Estados Unidos podrían enfrentar repercusiones directas debido al alineamiento político de su gobierno. Esto incluye la posibilidad de que las autoridades estadounidenses endurezcan sus políticas migratorias o aumenten la vigilancia sobre la comunidad hondureña.
Además de los riesgos para los migrantes, la Fundación 15 de Septiembre señaló las advertencias del exfuncionario sobre el proceso electoral. Asimismo, la posible imposición de aranceles económicos también generó gran inquietud.
«Desde hace tiempo, hemos venido alertando públicamente sobre el rumbo autoritario del actual gobierno hondureño y sus implicaciones negativas», puntualizaron en su nota de prensa. Seguidamente, reafirmaron que las declaraciones de García validan sus temores.
Vigilancia internacional
Ante la seriedad de los señalamientos, que provienen de un exmiembro de alto rango del gobierno, la fundación ha hecho un llamado enfático a la comunidad internacional.
A través de su comunicado, instaron a organizaciones internacionales a mantenerse vigilantes ante lo que ocurre en Honduras. Este llamado busca asegurar que la situación política interna sea monitoreada de cerca, protegiendo así los derechos de la comunidad migrante y los principios democráticos del país.
