Redacción. El conflicto por la construcción de la represa El Tablón en Quimistán, Santa Bárbara, se agudiza tras el fallido intento de instalar una mesa de diálogo entre autoridades gubernamentales y pobladores opositores a la obra.
El primer acercamiento, programado para este miércoles en San Pedro Sula, fue rechazado por el Comité de Defensa de Bienes Comunes de Quimistán, que insiste en que el gobierno no está cumpliendo con los compromisos asumidos en un cabildo abierto.
“Nosotros no vamos a reunirnos con el gerente de la ENEE. El acuerdo fue reunirnos con la presidenta Xiomara Castro. Eso es lo que decidió el cabildo, y eso vamos a respetar”, afirmó Juan Castillo, coordinador del comité opositor.
Él descartó cualquier encuentro con Erick Tejada, gerente interino de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE).
La postura de los pobladores ha sido clara: no al proyecto hidroeléctrico El Tablón, cuya construcción, según anunció el propio Tejada, comenzaría en octubre de este año. Desde el gobierno, la obra se presenta como una solución estructural para mitigar inundaciones en el Valle de Sula.
Sin embargo, en Quimistán crece la desconfianza. Muchos advierten posibles “consecuencias terribles” si el gobierno insiste en avanzar sin el consentimiento pleno de las comunidades. La tensión ha ido en aumento, y la brecha entre las partes parece profundizarse.
«Lamentamos que persista la intransigencia del comité, seguimos abiertos al diálogo. Pero no tiene sentido que fijen una postura sin escuchar a la ENEE», expresó Tejada, quien minimizó el impacto del proyecto al afirmar que afectará solo al 1 % de la población.
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Llamado a una participación ciudadana real
Desde la sociedad civil, hay llamados a replantear el enfoque del gobierno. Ana Velásquez, especialista ambiental de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), sostuvo que «es coherente que la población exija participación de las bases. Pero las instituciones parecen haberse desacostumbrado a seguir los protocolos de participación ciudadana».
Ismael Zepeda, analista económico, también criticó la falta de credibilidad en los acercamientos: «Siendo un gobierno que se autodefine como socialista y democrático, debería tener la apertura y las figuras adecuadas para negociar con las comunidades y alcanzar consensos.”
El proyecto hidroeléctrico ya se encuentra en proceso de licitación, con fecha límite el próximo 26 de junio. Pero sin diálogo y con el rechazo firme de las comunidades, el futuro de la represa El Tablón es incierto.
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