Redacción. El papa Francisco murió la mañana del Lunes de Pascua y, con su partida, se cerró un pontificado marcado por la humildad, la cercanía con los más vulnerables y una vida sencilla, sin lujos ni pretensiones.
Durante sus doce años al frente de la Iglesia católica, eligió vivir de forma austera. Rechazó el tradicional Palacio Apostólico para alojarse en un departamento dentro de la Casa Santa Marta.
Además, conservó su cruz pectoral de hierro, la misma que usaba desde que se le nombró obispo en 1998, y nunca modificó su estilo de vida.
A diferencia de cardenales, obispos o sacerdotes, el papa no tiene asignado un salario. Su rol se considera un servicio espiritual, por lo que todos sus gastos son cubiertos por la Santa Sede, desde su residencia hasta los traslados y la seguridad.
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¿Cuánto dinero dejó?
A diferencia de lo que muchos pueden creer, Francisco mantuvo su coherencia y discurso austero hasta el final de sus días.
Según el sitio Celebrity Net Worth, al momento de su muerte, tenía apenas 100 dólares a su nombre. Un patrimonio simbólico, pero totalmente alineado con su mensaje y ejemplo personal.
En su testamento dejó instrucciones claras: quería ser enterrado en tierra, en un nicho de la Basílica de Santa María la Mayor, entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza. Solicitó un sepulcro sencillo, sin ornamentos ni inscripciones solemnes. Solo su nombre: Franciscus.
Este martes, el Vaticano difundió las primeras imágenes del Santo Padre en su féretro. Mientras tanto, ya se comienzan a delinear los pasos hacia el cónclave que definirá quién será su sucesor.
