CORTÉS, HONDURAS. La mañana de este martes fue econtrada Keilyn Nicol Rodríguez Tróchez, de 22 años de edad, quien había fingido un secuestro en el norte del país.
Sumamente angustiados, los padres de la joven buscaron asistencia de la Policía Nacional luego de una llamada intimidante. Allí les advertían que su hija se encontraba secuestrada y que debían pagar la suma de 100 mil lempiras. La desaparición de Rodríguez Tróchez fue el sábado 26 de mayo alrededor del mediodía.
Luego de investigaciones, los agentes policiales lograron ubicar a la fémina supuestamente privada de su libertad, exactamente en la Colonia Zerón. En ese momento Keilyn se encontraba junto a su supuesto novio de nombre Wilmer Jesús Miranda García, presunto miembro activo de la organización criminal MS-13.
Luego de esclarecer la situación, los jóvenes afirmaron que en ningún momento ella fue privada de libertad. Ya que fue al lugar antes mencionado por voluntad propia. Asimismo, se logró comprobar que la misma Keilyn Rodríguez era quien escribía vía redes sociales a sus padres donde les exigía el dinero del rescate.
En esta operación estuvo a cargo de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), la Unidad Antisecuestros de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA).
UN ANTECEDENTE
En abril de este 2018, presa del «pánico», con voz misteriosa y entrecortada, la joven identificada como Yerly Rissel Burke Salazar envió una alarmante nota de voz a su suegra en Tegucigalpa, luego desapareció.
«Se están… se acaban de subir (respiración agitada) se acaba de subir un muchacho… otro muchacho ¡NOOO!», fueron las palabras que generaron zozobra. Por lo que pusieron en marcha una investigación de las autoridades de la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA).
Los escasos 10 segundos que dura la grabación se convirtieron en el último rastro que tuvieron sus familiares. Todo apuntaba que la joven había logrado una gran hazaña: sacar su celular y alertar a sus parientes que algo no estaba bien en el taxi que había abordado.
La primera hipótesis surgió «Yerly Rissel había sido raptada por malhechores en Comayagüela». Transcurridas varias horas, el padre de la joven, sumamente angustiado,
compartió una nota de voz. Allí salía pidiendo auxilio y datos sobre el paradero de su hija.
Cientos de hondureños acostumbrados a desenlaces fatales, dejaron de forma sincera sus plegarias. Así como sus palabras de apoyo al progenitor de la presunta «raptada».
La desagradable sorpresa se conoció días después: la portavoz de la FNA confirmó que la joven nunca fue raptada. Tampoco desviada de su destino, ella había fingido su propio rapto. El audio alarmante simplemente era parte de un autosecuestro planificado por Yerly Rissel. Pues se presumió que problemas familiares habrían desencadenado la simulación.
El hallazgo de la joven ocurrió después de montar un operativo. Esto, en diversas zonas de Comayaguela. Lo anterior, por los agentes, quienes confirmaron que la joven estaba sana y salva. Así también, hospedada en la casa de un amigo en la colonia Torocagua.
Tras desmontar la coartada y verificar que Yerly Rissel jamás fue privada de su libertad, la portavoz de la FNA hizo un llamado a los jóvenes hondureños. Allí pidió que analicen bien cómo resolver sus conflictos familiares. Fingir un secuestro es un hecho que genera una enorme pérdida al Estado. Asimismo, mantiene en vilo a las fuerzas de seguridad del país.
