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viernes, abril 19, 2024

Según financiera de EEUU: ¿Cuántos días resistirá su negocio sin ganancias?

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TEGUCIGALPA, HONDURAS. La lucha por sobrevivir ante el COVID-19 no se limitó a los hospitales; la economía hondureña se está yendo en picada y los empresarios deberán idear un plan de acción en búsqueda de salvar sus negocios de las garras de la quiebra.

Los propietarios de las compañías están solos. A pesar de las peticiones del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP) de un paquete de medidas fiscales para aliviar la ausencia de ingresos, el Gobierno actúa a oídos sordos.

Al ciudadano común se le estaría otorgando, según se validó desde el Poder Ejecutivo, un período de tres mes sin pagos de interés o préstamos a la banca. También tendrá 30 días de internet gratuito y algún paquete de alimentos, si llega.

Pero, ¿de qué le servirá, si las repercusiones de tantos días de cierre forzado, causan que el patrono realice despidos masivos, cancelaciones de contratos o la clausuración de la empresa?

Un estudio que realizó la empresa financiera JP Morgan Chase indica cuánto tiempo aguantaría un negocio sin entrada de dinero, dependiendo su rubro, antes de verse obligado a desaparecer. Dejando así, desamparados a los colaboradores en un mercado laboral sin oportunidades.

Para entrar en perspectiva vale decir que, según esa investigación, la mitad de las empresas no podrían seguir abriendo tras un mes de inactividad en ingresos.

Se anticipa que la totalidad de pequeñas y medinas empresas (PYMES) quebrarían antes del día 28 de gastos sin respuesta de ganancias.

De igual interés: Hoy atiende la banca; recomendaciones para evitar contagio de COVID-19

Restaurantes, de los más vulnerables

En primer lugar, el gráfico de resultados indica que 25 % de negocios ni siquiera volverían a atender después de 13 días. Seguido, empieza con un desglose específico.

Ahora bien, un dicho popular dice que «la comida siempre es rentable». Esa opinión podría no estar alejada de la realidad, pero, como es entendible, es una grave incidencia el no poder salir a vender; o, estar listos para ofrecer, pero no tener demanda por medidas de toque de queda.

Los restaurantes sólo podrían soportar 16 días de gastos tras la paralización de sus ganancias. Eso sí, esas dos semanas más un par de días extras, estarían sujetas a que los dueños mantuvieran previamente guardado capital financiero producto de ventas diarias.

Por ejemplo, hace unos días trascendió en redes sociales que un grupo de comidas rápidas habría terminado los contratos de sus empleados por un período de 120 días.

De ser veraz la información, esa empresa no aguardó ni siquiera los 16 días. No obstante, en ese caso no se debería a la ausencia de capacidad económica, sino a la previsión de que la crisis por COVID-19 se alargará y no se podrá trabajar con normalidad.

Reparaciones, ventas al por menor y construcción: no sobrevivirían tres semanas

En el siguiente escalón de la lista están los negocios que se dedican a reparación y mantenimiento de artículos. Según el análisis de JP Morgan Chase, los jefes de esos recintos postergarían el cierre a dos días más tarde que los restaurantes. (18).

Seguido, está el rubro de «retail» que es el término en inglés para la venta al por menor. Es decir, las tiendas que se dedican a la venta de mercadería al detalle continuarían «vivas» por 19 días.

Las empresas que se dedican a la industria de construcción caerían al vigésimo día (20). Dos decenas serían más que suficientes para no poder seguir. Cabe destacar que, en esta área, la cantidad de trabajadores necesarios son muchos, lo que representa un flujo de gasto alto en cuestión de salarios.

Como dominós: entre el día 21 y 23 también sucumben los proveedores de servicios personales y los mayoristas

La lista continúa planteando que, tras 21 días, no sería viable seguir en operación para las compañías dedicadas a personal services. Es decir los servicios personales, aquellos que buscan satisfacer las necesidades más específicas de los clientes.

En ese sentido, se puede proponer como ejemplo las lavanderías, barberías, servicios de limpieza, o de catering (servicio de atención alimenticia en domicilio). Tres semanas sin que el teléfono suene solicitando el trabajo y éstas empresas están out (fuera) del mercado.

Dos días y noches más (23), y quizá con dificultad y extenuante esfuerzo, tendrían capacidad de persistir los wholesalers, o sea, aquellos que tienen un puesto que comercio al por mayor.

El mecanismo de trabajo de los mayoristas es haciendo pedidos grandes para abastecerse y vender en grandes números. ¿Cómo seguirán solicitando, si es incierta siquiera una mínima venta?

Cerca del mes o un poco más: Maquinaria pesada, servicios de Salud y productores de tecnología

Encienden los motores, se trabaja y se manipula el metal de mil formas. No obstante, el flujo de salida de lempiras diario no dejará que el rubro de las maquinarias resista más allá de 28 días.

Sólo 48 horas después, se sumaría un eslabón crítico. Los servicios de Salud desvanecerían en su intento tras 30 días. Claro está, eso sería una catástrofe y más ante una emergencia sanitaria nacional. Sería en el sector privado, ya que en el público, el Gobierno tendrá obligación de hacer una inyección monetaria.

Aunque, de una u otra forma, también sería un deber que haga una aportación, a través de otras medidas, al empresario de salud. Un factor que nos podría poner más en perspectiva es que la mayoría de los ventiladores mecánicos, necesarios para mantener con vida a una persona con graves problemas respiratorios, están en los centros no-públicos.

El negocio más novedoso y que es más adaptable a los cambios es el de la tecnología. Su modernidad le permite no caer en un desfase ante su clientela. Por tanto, los productores de este rubro seguirían activos por un tiempo. Las ganancias, dada la previa alta demanda, le suministrarían lo necesario para aguantar poco más de un mes: 32 días.

La superviviencia de los más fuertes; ¿Quiénes se quedan el bronce y la plata?

La cadena provista por la JP Morgan Chase indica que, 33 días después sería el punto de quiebre para otros servicios profesionales y las empresas que se dedican a la asistencia de tecnología de punta.

No sorprende que la tecnología esté tan arriba. Pues, en la época que vivimos, la gente otorga demasiada importancia a lo que está en la palma de sus manos o frente a sus ojos. Para leer este artículo de TIEMPO Digital, usted está haciéndolo a través de una pantalla. La tecnología nos rodea. Consiguiente, se llevarían la medalla al segundo lugar, en un podio que a nadie le gustaría se hiciera realidad.

¿Quién vería la muerte de todos, antes de sumarse?

Según el análisis de la financiera, cuya fundación data de 1799, la presea dorada sería para las compañías que se dedican a bienes raíces, con el máximo de 47 días de aguante.

Ese tipo de empresas no suelen sobrevivir en base al día a día o a la remuneración que puedan percibir en un corto plazo. Las transacciones de ese tipo suelen demorarse más pero ser más jugosas en ganancias. Por tanto, soportarían mas un tiempo de «asueto».

Eso sí, es importante conocer algunas de las fortalezas que ayudan a que un negocio inmobiliario sea fructífero y puede amasar un capital importante para amortiguar sequías.

Entre ellas está el establecimiento de protocolos de actuación definidos y los buenos niveles de proactividad, asertividad y, sobre todo, resiliencia.

El análisis realizado por la financiera de Estados Unidos, JP Morgan Chase.
El análisis realizado por la financiera de Estados Unidos, JP Morgan Chase.

Además, buscan en todo momento que las habilidades individuales se reflejen en lo colectivo, a través de competencias claramente delimitidas.

Otro 25 por ciento de empresas de otras índoles podrían sobrevivir más de 62 días, pero son consideradas una minoría. Aún así, el negocio de nadie está exento del flagelo del suceso imprevisto y, en Honduras, se augura un panorama negativo para los dueños de empresas.

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