Redacción. Con visitas a congresistas y senadores en el Capitolio, concluyó la Asamblea de la Alianza Latina por el TPS, un encuentro clave que reunió a decenas de migrantes beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS), líderes comunitarios y aliados en defensa de esta medida humanitaria, cuya renovación para Honduras se encuentra en un momento crítico.
Durante la jornada, que tuvo lugar en Washington, los asistentes manifestaron su preocupación ante el silencio del gobierno del presidente Donald Trump sobre una decisión que debe anunciarse en los próximos días y que podría cambiar el rumbo de miles de familias hondureñas en Estados Unidos. El permiso actual vence el 5 de julio de 2025.
“El primer mensaje es que ya se avecina la expiración del TPS de Honduras, y lo que estamos haciendo es pedir a los legisladores que actúen para proteger a nuestra comunidad”, expresaron algunos de los voceros presentes.
Aunque no hay aún una resolución oficial, crece el temor entre los más de 45,000 hondureños que actualmente dependen de este estatus para vivir y trabajar legalmente en EE. UU. Muchos temen que la administración simplemente deje vencer el TPS sin anunciar formalmente su extensión o cancelación. Esto causaría una crisis de permisos de trabajo y un aumento en la incertidumbre migratoria.
“Sin importar lo que ellos decidan hacer, nosotros vamos a luchar desde diferentes ángulos. Siento que él (Trump) no va a decir ni sí ni no, solo dejará que expire. Eso nos perjudica porque nos deja sin protección”, comentó una participante de la asamblea.
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TPS
Desde su creación en 1990, el TPS ha servido como mecanismo de protección temporal para personas provenientes de países afectados por conflictos armados, desastres naturales u otras condiciones extraordinarias. En el caso de Honduras, la designación fue otorgada tras el paso del huracán Mitch en 1999.
Organizaciones de migrantes, defensores de derechos humanos y autoridades hondureñas han reiterado que las condiciones actuales del país no son aptas para el retorno masivo de quienes han construido una vida en EE. UU., y siguen abogando por la renovación del TPS como medida de justicia y estabilidad.
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