Tegucigalpa, Honduras. Desde la siguiente semana, viajeros que se dirijan hacia Panamá deberán vacunarse de manera obligatoria como forma de prevenir el contagio de la fiebre amarilla en el país centroamericano.
El Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) de la Secretaría de Salud decidió tomar esta nueva acción para reforzar la vigilancia contra la enfermedad viral. Antes, la aplicación de la dosis sólo era una recomendación para los viajeros.
Sin embargo, ahora será de aplicación obligatoria. Una situación que responde al hecho que Panamá está incluido en la lista de países en riesgo de transmisión de la fiebre amarilla, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por su parte, la directora del PAI, Ida Berenice Molina, expresó que la meta para este año es vacunar a 25,000 hondureños contra esa enfermedad. La fiebre amarilla se transmite a través de la picadura de un zancudo de la familia Aedes y Haemagogus, infectado con el virus.
El vector se reproduce en ambientes húmedos y selváticos. También, transmite el dengue, el zika y la chikungunya. La vacuna sólo se aplica a las personas que van a viajar a zonas en riesgo y se debe aplicar 10 días antes del viaje.
Si una persona ya recibió una vez esa inyección, no tendrá que recibirla otra vez; se trata de una sola dosis. La aplicación del medicamento es gratuita en las 20 regiones sanitarias del país. En Tegucigalpa se aplica en el centro de salud Alonso Suazo.
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Riesgo en varios países
El Reglamento Internacional de Vacunación establece que los países en riesgo de transmisión son, principalmente, los ubicados en Sudamérica; exceptuando a Chile y Uruguay. Asimismo, la mayoría de países de África.
Las personas también tienen que vacunarse si viajan a Trinidad y Tobago, Guyana, Guayana Francesa y Surinam. Las embarazadas y niños menores de un año no pueden recibir la vacuna.
