«En Honduras las mujeres no valen nada»; femicidios aumentan

Cada 16 horas una mujer es asesinada en Honduras.

0
4805

En un pequeño país, con ocho millones de habitantes y la violencia imperante en el territorio; los femicidios en Honduras han aumentado. Cada 16 horas una mujer es asesinada violentamente y con tan solo 4 meses del año 2017, aproximadamente 80 féminas dejaron luto en sus familias.

En 2014, en un pequeño pueblo, una joven de 19 años de edad llamada María José Alvarado se lanzó al escenario del mundo y con su brillante sonrisa y dulce personalidad ganó la corona de Miss Honduras.

Con un recién obtenido pasaporte, estaba elegida para competir por el prestigioso título de Miss Mundo en London; un viaje que sería el primer recorrido de toda su vida.

Pero sus sueños de glamour y gloria, nunca se harían realidad. Tan solo unos días antes de dejar el país para la competencia, Alvarado y su hermana, Sofía Trinidad de 33 años de edad, fueron brutalmente asesinadas.

Sus cadáveres fueron escondidos en tumbas superficiales a la orilla de un río de Santa Bárbara y se descubrieron después del paso de una semana con una investigación encabezada por entidades internacionales.

Su funeral fue transmitido alrededor del mundo y asistieron miles de personas. Pero incluso su madre, Teresa Muñoz, conocía la amarga verdad:

ASESINATO DE MISS HONDURAS

Lo único inusual en el asesinato de sus hijas fue que la policía y los medios de comunicación prestaron atención al caso.

Su madre asegura que se investigó su muerte porque era una joven famosa.
Su madre asegura que se investigó su muerte porque era una joven famosa.

«Aquí en Honduras las mujeres no valen nada», dijo Muñoz, limpiando sus lágrimas. Ella cree que la única razón por la que los cadáveres de sus hijas fueron encontrados es por la fama de María José. De lo contrario, ella seguiría buscando pistas, dice.

La noche que María José Alvarado fue asesinada, ella llegó a la fiesta de cumpleaños del novio de su hermana. Ese novio, Plutarco Ruiz de 32 años de edad, era conocido como un hombre poderoso en Santa Bárbara.

Asimismo, la noche de su fiesta de cumpleaños, las autoridades dijeron que creían que Plutarco disparó a su novia Sofía después de una discusión por celos. Dicen que luego apuntó su arma hacia María José, mientras trataba de huir de la escena.

MACHISMO

«Le disparó 12 veces en la espalda», dijo su madre. «Esto pasó por su machismo», agregó.

Gran parte de esta violencia de género, de acuerdo a activistas hondureños como Neesa Medina, se debe a una cultura machista basada en pandillas, armas y drogas; donde el poder de un hombre es medido a menudo, con las balas.

Combinando esto con un gobierno incapaz de lidiar con una oleada de delitos relacionados con las drogas, dice Medina, se obtiene una cultura donde la mujer es desechable.

«Los hombres pueden hacer lo que quieran con las mujeres en Honduras», expresó Medina, una analista del Centro de Derechos de la Mujer. «Porque pensamos que es común y es algo que se puede esperar viviendo aquí».

La violencia es parte del diario vivir en Honduras; uno de los países del triángulo centroamericano envuelto en una guerra desenfrenada de pandillas, con algunas de las tasas de asesinato más altas fuera de una zona de guerra.

GUERRA BRUTAL

Pero hay otra guerra brutal que se libra ahí, una escondida bajo la superficie: Honduras ha sido nombrada el lugar más peligroso en la tierra para ser una mujer.

Este ranking se debe en gran parte a una epidemia de «femicidio», o el asesinato de una mujer porque es una mujer. De acuerdo con el Centro de Derechos de la Mujer de Honduras, una mujer es asesinada cada 16 horas en esta nación. Un país que apenas tiene el tamaño de Ohio.

En el país, los asesinatos de mujeres se ven como algo normal.
En el país, los asesinatos de mujeres se ven como algo normal.

Según las Naciones Unidas, Honduras tiene las más altas tasas de femicidios en todo el mundo.

No solo se trata de asesinato, es también sobre el alarmante número de casos de violación, agresión y violencia doméstica; los cuales quedan en una impunidad casi total. En 2014, las Naciones Unidas, reportaron que 95 % de los casos de violencia sexual y femicidios en Honduras nunca fueron investigados.

Los cuerpos de Alvarado y su hermana, Sofía Trinidad, fueron descubiertos después de una semana de investigación internacional. Su hermana mayor, Cori Alvarado, estaba ahí cuando los cadáveres se encontraron.

«Seguí pidieron a Dios que no fueran ellas», dijo entre lágrimas. «Pero tuve que enfrentar el hecho de que eran ellas».

La policía cargó a Ruiz con los delitos de asesinato, pero más de dos años después, todavía no ha sido juzgado y mantiene su inocencia.

Mientras que el nombre de María José Alvarado se volvió un símbolo nacional de una cultura desenfrenada de femicidios, su madre y hermana sobreviviente dicen que viven con miedo; aterrorizadas por las represalias del asesino.

SOLICITAR ASILO

Ellas están esperanzadas que un día puedan obtener asilo para irse a Estados Unidos.

La violencia profana de Honduras ha impulsado un río de mujeres y niños hacia la frontera sur de América; parte de lo que las Naciones Unidas han nombrado una «crisis invisible de refugiados».

Desde 2008, el número de solicitantes de asilo de Honduras y los vecinos de El Salvador y Guatemala ha incrementado en un 500 por ciento, de acuerdo a las Naciones Unidas.

Para muchas de las mujeres, no es sobre escapar de la pobreza, puede ser la vida o la muerte. La estadísticas del Gobierno de Estados Unidos encontraron que, en 2015, 82 por ciento de las solicitantes de asilo de estas tres naciones tenían «miedo creíble de persecusión y violencia».

Los cuales son los criterios más básicos para presentar una solicitud de asilo.

Muchos de los criminales, no son llevados ante la justicia.
Muchos de los criminales, no son llevados ante la justicia.

Con frecuencia, la violencia proviene del propio hogar de una mujer. Heidy Hernández de 30 años de edad, madre de cinco pequeños, vive con recuerdos horribles y miedos brutales de la noche que su esposo la atacó con un machete después de una discusión acalorada.

Ella dijo que su hija mayor fue testigo del momento en que él le cortó ambos pies. «Mis piernas estaban gravemente heridas. Recuerdo que una parte fue unida por un trozo de piel», dijo Hernández.

MUESTRA DE PODER

Además, ella piensa que fue el intento de su esposo de mostrar su poder al robar su independencia. «Si él hubiese querido matarme, lo habría hecho», dijo.

Ha pasado más de un año desde el ataque y el espíritu de Hernández es indomable. Ella camina con prótesis donadas. Tiene un buen empleo con el que mantiene a sus hijos, e incluso juega en una liga masculina de baloncesto en silla de ruedas.

«Gracias a Dios yo tengo la bendición de estar viva, porque hay otros que no», dijo Heidy. «Es hora de que sigamos y … detengamos el maltrato de los hombres».

Asimismo, Heidy, es una mujer aguerrida que agradece por estar viva.
Asimismo, Heidy, es una mujer aguerrida que agradece por estar viva.

Gracias a la marea creciente de este tipo de delitos, el gobierno hondureño creó una unidad de mujeres de su Ministerio Público en la capital, Tegucigalpa.

Sin embargo, cuando el equipo de «Nightline» llegó a visitar, solo había un puñado de mujeres pidiendo ayuda. Según la procuradora del Distrito de Mujeres, María Mercedes Bustelo:

AUTORIDADES EN HONDURAS

«Lo que estas mujeres sienten es impotencia. La autoridad tiene que llegar a estas mujeres. Pero en Honduras, eso no es posible en este momento», dijo.

Ella dice que presentar una queja puede tomar semanas, la policía carece de recursos básicos y que hay muchos vecindarios tan peligrosos; incluso los policías no pueden entrar sin resguardo militar.

«Muchas de las mujeres involucradas en violencia doméstica con miembros de pandillas, ni siquiera pueden reportarlo. No pueden pedir ayuda a la policía porque sería una sentencia de muerte», continuó Bustelo.

Neesa Medina dice que los crímenes de denuncia y la obtención de órdenes de restricción a menudo hacen poco para evitar que las mujeres sean atacadas. «¿Cuán poderosa es una bala? ¿Es una bala más poderosa que un trozo de papel?», dijo.

«Estamos hablando de mujeres que tienen tres, cuatro o cinco hijos. Entonces, si no pueden confirmar la seguridad de ella y su familia, y lo mejor que pueden hacer es mostrarle un trozo de papel, eso es casi como firmar su sentencia de muerte allí», agregó.

Neesa Medina, analista del Centro de Derechos de la Mujer.
Neesa Medina, analista del Centro de Derechos de la Mujer.

El  miedo es una realidad siempre presente en la vida de muchas mujeres aquí, pero el gobierno hondureño falla en proveer refugios y casas seguras. Así que las familias en el peligro más grave están a merced de las organizaciones benéficas privadas.

NIGHTLINE

Otra mujer de «Nightline» habló y dijo que fue brutalmente violada por un hombre poderoso de su pequeña ciudad.

«Dejaron una nota diciendo que si yo hablaba iban a secuestrar a mi hija, violarla, matar a mi hijo e irían a la puerta de mi casa con la cabeza de mi hijo en una bandeja», dijo la mujer. «Son cosas horribles por lo que estaba asustada y me mantuve en silencio».

Aterrorizada, se mantuvo en silencio y no le dijo a sus hijos lo que estaba pasando; tiempo después ella se dio cuenta que esperando un hijo de su violador.

«Cuando el bebé vino a la casa, yo lo sabía pero me sentía muy asustada y triste por mi mamá», dijo su joven hija. «Pero sé que Dios nos va a ayudar y amo a mi hermano».

La madre expresó que nadie le sugirió que testificara en contra del hombre que la violó; al contrario, ellos sugirieron que dejara la ciudad. Ella dice que cree que el había asesinado a otra mujer pero nunca fue arrestado.

Por otra parte, la familia está actualmente viviendo en un refugio dirigido por la caridad irlandesa Trocaire; quien los está ayudando a reubicarse en un país más seguro. Pero estará muy lejos de los sueños americanos de su joven hija.

«Queremos ir ahí porque sabemos que vamos a tener más oportunidades», dijo su pequeña hija. Pero las políticas de la administración de Trump hará más difícil que familias como esta lleguen a las costas de América.

De la misma manera, muchas mujeres han elevado sus voces por las que ahora ya no tienen.
De la misma manera, muchas mujeres han elevado sus voces por las que ahora ya no tienen.
MUJERES HONDUREÑAS

Su última orden ejecutiva reduce el número de refugiados; ahora, los Estados Unidos aceptarán solamente la mitad, lo que incluye a una mujer hondureña que solicita asilo.

Mientras que muchas mujeres están huyendo, Neesa Medina, dice que algunas feministas jóvenes están manteniendo su terreno. Cansadas de estar en silencio, miles se han unido bajo el grito de guerra, «Ni Una Menos».

Este grito de guerra se ha extendido por toda América Latina, desde Argentina hasta México; con protestas generalizadas pidiendo el fin del femicidio y de la violencia de género.

Otros activistas han recurrido a medios de protestas menos tradicionales. El llamado «Dolls Clan», dirigido por el rapero Mayki Graff, usa las letras del rap y grafiti como propaganda feminista.

«A través del grafiti muchos hombres y mujeres se sienten identificados y se sienten empoderados a decir ‘si ellos pueden hacerlo, yo también puedo'», dijo Graff.

Es todo un esfuerzo para combatir la violencia de una cultura de «machismo» e incluso cambiar el destino de su país; eso para que muchas mujeres como María José Alvarado no tengan que morir en vano.

Neesa Medina dijo que todavía tiene esperanza de que el cambio llegará a Honduras. «Tengo que hacerlo», dijo. «Si no veo esperanza, ¿por qué seguiría trabajando en este lugar?».

Crédito: ABC News