Familiares despiden a su difundo echándole alcohol

Sus seres queridos lo velaron de una manera poco común.

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REPÚBLICA DOMINICANA. – Familiares en Santo Domingo, República Dominicana, dieron el último adiós a su pariente vertiéndole alcohol encima del féretro.

En redes sociales se ha hecho viral un video que circula, mostrando la forma en como despiden a sus seres queridos en el país caribeño.

En las imágenes se puede observar como los dolidos derraman liquido de botellas, que a primera vista se presume que es una especie de ron.

Esto, mientras sus familiares más cercanos lloraban amargamente. Preliminarmente, se puede ver que el cuerpo del fallecido está en una especie de mercadito.

De esta manera, sus seres queridos cumpliendo posiblemente su último deseo, lo velan de una manera no común.

Familiares y amigos despidiendo a su pariente.

Cabe mencionar que hasta los momentos no se conoce la identidad del ahora occiso. Además, ni las causas por las que se habría muerto.

Formas extrañas de enterrar a los muertos 

Los ritos funerarios, al igual que la muerte, son una fuente de fascinación teñida de misterio y temor. Estrechamente relacionados con nuestra forma de ver la vida póstuma y la forma en que nos relacionamos unos con otros, estos ritos tocan algo fundamental de la naturaleza humana. He aquí un vistazo de cómo enterramos a nuestros seres queridos, cómo lo hicieron otras sociedades, y el por qué.

‘La primera flor del pueblo’

Las flores eran dejadas en las tumbas de los neandertales entre 35.000 y 65.000 años atrás. El antropólogo Ralph Solecki de la Universidad de Columbia descubrió fósiles en la década de 1950 y quedó sorprendido al encontrar ternura entre los neandertales, pero no sólo dejaron flores en las tumbas, sino también serias lesiones y enfermedades que se habían atendido y curado. El sitio, ubicado en el norte de Irak, se hizo conocido como la cueva Shanidar. Solecki se inspiró para escribir un libro titulado “Shanidar: la primera flor del pueblo”.

Ataúdes colgantes

El grupo étnico Bo de China fueron las primeras personas de las que sabemos colgaban sus ataúdes, siendo los ataúdes colgantes más antiguos que se remontan a unos 2.500 años, en la zona de las Tres Gargantas. Estos ataúdes también pueden encontrarse insertados en los acantilados de Filipinas, Indonesia y otras regiones.

El sitio web China.org cita a Li Jing, quien escribió durante la dinastía Yuan (1279-1368) en sus “breves crónicas de Yunnan”: “Los ataúdes en lo alto se consideran auspiciosos. Cuanto más altos están, más propicio es para los muertos”.

Algunos dicen que la práctica puede ser la intención de resucitar a los muertos más cerca del cielo, manteniendo los cuerpos lejos de los animales depredadores en tierra. Otros dicen que se guardaban las tierras preciosas para la agricultura, ya que escaseaban.

La práctica ha continuado en tiempos modernos en algunas áreas. Por ejemplo, en Eco Valley, Sagada, Filipinas, los ataúdes fueron colgados un siglo atrás.

A veces los ataúdes se caen. El trabajo de restauración ha ayudado a preservarlos.

Entierro en el mar

A lo largo de la historia, muchos viajeros de todo el mundo han sido enterrados en el mar. El sitio web de la Marina de EE.UU. dice, “En épocas anteriores, el cuerpo era cosido en un sudario, generalmente de lona”. Royal W. Connell y William P. Mack, escriben en su libro, “Ceremonias navales, costumbres y tradiciones”, que el sudario era cosido por un fabricante de velas o por un compañero del fallecido. “El fabricante de velas, al coser la cubierta de lona, toma la última puntada a través de la nariz de la persona fallecida”.

El cuerpo es pesado, por tanto se hundirá hasta el fondo. Luego el fallecido es puesto en reposo en el nicho de “Davy Jones”, que es un argot para el fondo del mar.

Cueva de entierros en Hawái

En Hawái se han encontrado sepulturas en cuevas, en todas las islas. En algunas, los fallecidos fueron atados en posición fetal. Se creía que los huesos de los muertos tienen un gran maná, o poder divino. Se hizo común el asalto a sepulturas para robar los tesoros enterrados con los cuerpos, dejando pocos sitios intactos para los investigadores.