TEGUCIGALPA, HONDURAS. Esta mañana se informó del fallecimiento de Doris Graciela Mejía de 28 años de edad, quien estaba internada tras resultar con graves quemaduras durante la explosión en una cohetería de Copán, zona occidental del país.
La mujer llegó al Hospital Escuela Universitario (HEU) el pasado 19 de mayo. Desde entonces recibía atención médica en la sala para personas con quemaduras.
Cabe destacar que el incidente donde resultó herida se suscitó en una cohetería en el occidente; también resultaron con quemaduras cuatro personas más.
Los doctores explicaron que la mujer estaba viva de milagro. Ella permaneció en la cama número siete. Según relatan, las quemaduras en el cuerpo de Doris Mejía estaban en más del 50 por cierto de su cuerpo por lo que fue imposible salvar su vida.
“Ella tuvo complicaciones a raíz de las fuertes quemaduras en el 50 por ciento de la superficie corporal”, manifestó Miguel Osorio, vocero del HEU.
Asimismo, minutos antes del fatal desenlace, el esposo de Doris la acompañó en su lecho de muerte. Mientras ella permanecía hospitalizada, recordó el hecho doloroso que vivió durante la explosión.
Recuerdos que compartió con el personal del hospital: “Me levanté a darle almuerzo al marido mío que llegué de trabajar y a los niños míos que llegaron de la escuela. De ahí me acuerdo que me devolví a la mesa a seguir trabajando y de pronto sentí una explosión”.
Cabe mencionar que la fémina trabaja en cohetería artesanal; a ella le pagaban por llevar trabajo a casa.
Antecedentes
La explosión de una cohetería en Copán, zona occidental de Honduras, dejó cuatro personas de una misma familia con quemaduras de gravedad.
Agustín Landaverde de 30 años, Eleázar de 7 años y Gredin Agustín de 10, también resultaron afectados en el incidente. Al parecer, Doris era la más afectada.
Mejía presentaba quemaduras de segundo y tercer grado. Además la superficie cutánea está afectada al menos en un 50 por ciento y se sometió a varios tratamientos.
Ahora que perdieron su único medio de trabajo, la familia desconoce qué hará. Ella ganaba Lps. 190 por fabricar 30 paquetes de cohetes. “Es lo que nos queda. Mi esposo es un campesino y debemos mantener a tres bocas más. Además, nunca pensé que esto pasaría ya que tengo 4 años de trabajar así”, recordó.
