SANTA BÁRBARA, HONDURAS. En las últimas horas se reportó el fallecimiento por sospechas de COVID-19 de un conocido sacerdote de las parroquias de los municipios de San Marcos y Petoa.
Se trata del religioso Marco Aurelio Lorenzo. La noticia sobre la muerte del sacerdote causó mucha indignación en la feligresía y en las personas que lo conocían.
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La Diócesis de Santa Rosa de Copán informó sobre el fallecimiento del párroco. Revelaron que aconteció a eso de las 2:00 de la mañana. Asimismo, señalaron que su cuerpo será trasladado a Yamaranguila, Intibucá, su pueblo natal.
«Con profunda pena y, a la vez, creyendo en la resurrección que nos ha alcanzado nuestro Señor Jesucristo, participamos a toda la feligresía de la Diócesis de Santa Rosa de Copán de la partida hacia la Casa del Padre de nuestro queridísimo hermano sacerdote Marco Aurelio Lorenzo», añadieron.
En redes sociales la noticia del fallecimiento del sacerdote generó varios comentarios. «Ánimo para cada uno de sus compañeros. Mi profundo pesar para cada uno de ustedes», sostuvo un hondureño.
Asimismo, otros enviaron resignación, fortaleza y apoyo a los familiares del religioso y a la feligresía en general al atravesar por irreparable pérdida.
Bebé de dos meses
En otro hecho, un bebé de dos meses de edad falleció por sospechas de COVID-19, así lo confirmó Gabriela Flores, vocera del Hospital María, ubicado en Tegucigalpa.
La pequeña niña originaria del departamento de La Paz, llegó a la capital para ser ingresada al centro hospitalario, pues presentaba síntomas de la enfermedad respiratoria.
Según Flores, la menor recibió la atención médica necesaria, pero al poco tiempo de estar hospitalizada, el frágil sistema inmunológico de la bebé no resistió los síntomas y perdió la vida.
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