Corozal, Atlántida. Reynado Hill, «Fátima Valerio», el arquero referente de Marathón en los años 70, murió por la diabetes en su natal Corozal, a los 79 años de edad.
«Fátima» es recordado por las 7 temporadas que jugó con Marathón en los años setenta y por su peculiar forma de defender el arco «esmeralda».
La enfermedad que lo marcó
Fue considerado uno de los mejores arqueros del país, se retiró y decidió colocar un negocio en el barrio Sunseri en San Pedro Sula.
Pero lamentablemente en ese mismo lugar recibió un balazo en la pierna izquierda. La herida le provocó complicaciones en su salud al grado que le amputaron su pierna ya que sufría de diabetes, enfermedad que al final lo mató.
El «Arquero Verdolaga» vivía con su esposa y sus seis nietos en una humilde casa en el pueblo de Corozal, Atlántida.
Debido a que no tenia una pierna, se transportaba en un carrito improvisado en sus últimos días de vida.
Fátima Valerio jugó toda su carrera con el club verdolaga, y siempre que se refería al equipo de San Pedro lo hacia de manera nostálgica, y en sus frases mas recordadas siempre decía lo siguiente:
«Toda mi juventud la deje en Marathón, mis lagrimas, mi felicidad y mis fuerzas quedaron en este equipo».
Sus últimos días
Anatasia López, viuda de Fátima Valerio, recuerda como fueron sus últimos días del ex arquero verdolaga.
«Nunca tuve problemas con él, nos entendíamos a pesar de que yo ya tenia nietos cuando viví con él. Tuve momentos emocionantes con Fátima porque él era una persona muy alegre. Sus últimos días fueron buenos hasta que se enfermó después de permanecer postrado desde el 17 de agosto del año pasado».
De igual manera, recordó cómo lo conoció y entre lágrimas aseguró que lo extrañara mucho.
«Lo conocí en San Pedro, yo estaba vendiendo comida en ese momento cuando él lavaba carros. Después le tocó irse en un barco, y luego de un tiempo volvió y me ofreció una relación seria. Me hará mucha falta, fueron momentos especiales, pero es ley de Dios, qué le vamos a hacer».
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