Redacción. Violeta Barrios de Chamorro, quien gobernó Nicaragua de 1990 a 1997 y fue la primera mujer elegida presidenta en América, falleció este sábado a los 95 años en San José, Costa Rica, después de una larga enfermedad, anunció su familia.
«Doña Violeta falleció en paz, rodeada del cariño y del amor de sus hijos y de las personas que le brindaron un cuido extraordinario», según un comunicado firmado por sus cuatro hijos.
Violeta Barrios de Chamorro es viuda del periodista y dirigente político Pedro Joaquín Chamorro, quien fue asesinado en 1978 durante el régimen de Anastasio Somoza.
Lea también – Nicaragua abandona Unesco tras entrega de premio a diario crítico del régimen
Familia
Nacida el 18 de octubre de 1929 en Rivas, una ciudad al sur de Nicaragua, era hija de Carlos Barrios Sacasa y Amalia Torres Hurtado. Su padre, un terrateniente, y su madre formaron una familia adinerada de siete hijos.
«Aunque en Rivas se nos consideraba una familia acaudalada, mi papá se preocupó de no incurrir en una opulencia ofensiva, consciente de nuestra posición de privilegio», escribió en sus memorias.
Le puede interesar – Nicaragua recibe a migrantes procedentes de Guantánamo
Hogar
A los 14 años, sus padres la enviaron a Estados Unidos para perfeccionar su inglés. En su autobiografía, relata que la intención era que continuara su educación en Inglaterra y luego en Suiza. Sin embargo, esto no sucedió. Cuando tenía 18 años, tras el fallecimiento de su padre, regresó a Nicaragua y asumió la responsabilidad del hogar.
Años después, en 1950, se casó con Pedro Joaquín Chamorro y se mudó a Managua, la capital nicaragüense. Pronto, su esposo se convirtió en el principal opositor al régimen militar somocista (1937-1979) en Nicaragua. Junto a él, experimentó el exilio, encarcelamientos, acusaciones, torturas y amenazas.
Varios de sus hijos han enfrentado exilio, prisión, procesos judiciales arbitrarios y la confiscación de sus bienes.
La figura de Violeta Barrios cobró renovada relevancia como símbolo de resistencia democrática, especialmente después del encarcelamiento de su hija Cristiana, quien intentó postularse a la presidencia en 2021.
La Fundación Violeta Barrios de Chamorro, dedicada a la promoción de la libertad de expresión, fue clausurada en 2021 como parte de la ofensiva contra la sociedad civil.
En septiembre de 2018, la expresidenta sufrió un accidente cerebrovascular que la dejó con movilidad severamente reducida y requerimientos de atención médica permanente.
Desde octubre 2023 vivía en Costa Rica, acompañada por varios de sus hijos y bajo estrictos cuidados médicos. Estuvo postrada, en condición frágil, pero arropada por el afecto de su familia y el respeto de amplios sectores democráticos de Nicaragua y la región.
Su vida, marcada por el dolor personal, el compromiso cívico y la dignidad en el poder, fue un referencia moral para una nación en crisis.