REDACCIÓN. Una profunda consternación ha generado ayer viernes la inesperada muerte del exrector de la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH), Fernando Gradiz, a los 39 años de edad.
Según relataron personas cercanas a la familia, el reconocido académico sufrió un paro cardíaco fulminante mientras desayunaba en compañía de su madre, Argentina Benítez, y su padre, José Gradiz, comisionado general en retiro de la Policía Nacional.
Gradiz, quien dedicó su vida a la formación académica y al fortalecimiento institucional de la UTH, era apreciado por sus colegas y estudiantes por su compromiso, liderazgo y vocación de enseñanza. Su repentina partida ha dejado un vacío profundo en la comunidad educativa y ha conmovido a quienes lo conocieron en el ámbito profesional y personal.
Consternación
En redes sociales, cientos de personas han expresado su pesar y compartido mensajes de apoyo para la familia del académico. “Qué joven le dio paro cardíaco. Igual mi hija de 32 años le dio un paro cardíaco fulminante. A saber por qué tan jóvenes… yo aún la lloro”, escribió un usuario, reflejando la incertidumbre y dolor que muchas familias comparten ante este tipo de pérdidas súbitas.
Otro mensaje que dice: “Dios le dé fortaleza a sus padres. Dolor tan grande para su madre, justo en el Día de la Madre sepultar a su hijo. Que Dios muestre su más grande misericordia con ella, y él vuele alto y feliz a la casa del Padre”.
También se ha destacado el talento y trayectoria del profesional: “Qué lástima que se perdió un joven talentoso, quien ya estaba brillando. Qué triste para sus padres y demás familia. Descanse en paz”, escribió una de sus colegas, mientras que otro expresó: “Mi amigo y colega, ¡qué lamentable noticia! Mi más sentido pésame a toda tu familia. No puedo creerlo”.
La comunidad académica lo recuerda como “un excelente profesional y hombre de academia”, y muchos coinciden en que su legado como educador seguirá inspirando a nuevas generaciones.