Al menos 100 personas han muerto y otras 170 han resultado heridas tras dos explosiones este miércoles en la ciudad de Kerman, donde se celebraba el cuarto aniversario de la muerte del general iraní Qasem Soleimaní, antiguo líder de los servicios de inteligencia militar iranís en el extranjero, las Fuerzas Quds.
Soleimaní murió en Bagdad por un ataque aéreo estadounidense ordenado por anterior presidente de los EEUU, Donald Trump. En tal sentido, este miércoles, una multitud de miles de personas se habían concentrado en su tumba, en Kerman, para recordar al general y clamar venganza contra los Estados Unidos.
Ha sido entonces cuando han tenido lugar las dos explosiones, a unos 700 metros del cementerio donde están los restos de Soleimaní. La primera explosión ha ocurrido a las tres de la tarde hora local; la segunda, trece minutos después, según los servicios de emergencias iranís.
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Ataque terrorista
Según las autoridades iranís, las explosiones se deberían a un “ataque terrorista” hecho a través de dos maletas cargadas con explosivos, plantadas anteriormente en el lugar y detonadas a distancia, según la agencia de noticias Tasnim, cercana a la Guardia Revolucionaria de Irán, el cuerpo político-militar que controla las altas esferas del poder en Teherán.
De momento, sin embargo, nadie ha reivindicado la autoría del supuesto ataque, que llega tan solo unas pocas horas después del asesinato en Beirut de Saleh Al Arouri, el hasta ahora número dos de Hamás. Hamás es una de las milicias de Oriente Próximo que, bajo la tutela y el dinero iraní, conforman lo que Teherán llama el ‘Eje de Resistencia’.
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En años anteriores, sin embargo, el Estado Islámico (EI), ya ha protagonizado varias acciones y atentados contra población civil iraní. Israel, autor del asesinato de Al Arouri, también ha llevado a cabo acciones de asesinatos en Irán en el pasado, pero nunca contra población civil, sino contra altos cargos del gobierno iraní, sobre todo de científicos encargados del programa nuclear del país persa y de su enriquecimiento de uranio.
“El número de heridos se debe mayoritariamente a la gran multitud que había en la zona y de todas las personas que huyeron corriendo después de escuchar las explosiones”, ha dicho a Tasnim un miembro del departamento de emergencias iraní.