Redacción. La crisis electoral vivida el pasado 9 de marzo sigue generando debates y preocupaciones entre distintos sectores políticos y jurídicos del país. Pero más allá de las diferencias, se vuelve urgente encontrar soluciones que garanticen la estabilidad del proceso y devuelvan la confianza en las instituciones.
El retraso en la entrega del material electoral en el Distrito Central y San Pedro Sula, sumado al rol de las Fuerzas Armadas (FFAA) en la custodia de las urnas, ha generado cuestionamientos sobre la legitimidad del proceso electoral.
Para el abogado constitucionalista Oliver Erazo, la situación ha provocado una pérdida de legitimidad social para las FFFAA en el ámbito electoral, lo que afecta la credibilidad institucional.
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Preocupación por la falta de soluciones
El diputado de Libre, Jari Dixon, por su parte, expresó su preocupación por el conflicto y advirtió que, en lugar de resolverlo, algunos sectores lo están complicando aún más con intereses particulares.
«Lo que queremos es paz en el proceso electoral de noviembre«, enfatizó Dixon, haciendo un llamado a la conciliación y al diálogo para evitar un mayor deterioro del ambiente político.
Desde la perspectiva del analista electoral Teodoro Sánchez, es fundamental aprender de los errores sin comprometer la estabilidad del país. Resaltó que la problemática ocurrió en sólo dos municipios de los 298 que conforman Honduras, pero insistió en la necesidad de que los actores políticos trabajen juntos para evitar que estas fallas se repitan en las elecciones generales.
La abogada Maribel Espinoza alertó sobre el peligro de que la democracia siga debilitándose debido a decisiones precipitadas y a la falta de investigaciones serias. Consideró preocupante el respaldo del Poder Ejecutivo a las FFAA, sin que exista una resolución del Ministerio Público sobre lo ocurrido.
«Llegó la hora de la calma, de la prudencia y de resolver esto de una manera constitucional», expresó.
Un llamado a la transparencia y la paz
La incertidumbre tras el 9 de marzo debe transformarse en un esfuerzo conjunto por fortalecer el proceso electoral, así como en un camino para recuperar la confianza ciudadana, según expertos.
Es momento de que los líderes políticos y las instituciones trabajen en medidas concretas para garantizar la transparencia, la seguridad y la paz en los comicios de noviembre, evitando que la crisis se convierta en un obstáculo para la democracia hondureña.
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