La ex médico del Chelsea, Eva Carneiro, reveló que recibió amenazas de muerte tras su salida del equipo e insistió en que no es suficiente decir que se trató del sexismo que hay en el fútbol.
La doctora, de 43 años, dejó al Chelsea en 2015 tras ser criticada públicamente por el ex técnico Jose Mourinho por tratar en el terreno de juego a Eden Hazard. Lo anterior sucedió en un duelo contra el Swansea, cuando ya uno de sus hombres había sido expulsado y restaban pocos minutos por jugarse.
En medio de la polémica, la ex médico del primer equipo dejó Stamford Bridge en septiembre de 2015. Pero admitió que el abuso online continuó después de su salida. Carneiro emprendió acciones contra el Chelsea, por haber forzado su salida del club, y contra Mourinho, por abuso y discriminación.
“Aunque no tengo presencia en redes sociales, creo que he hecho un post en toda mi vida. Algunas de las amenazas de violencia sexual y amenazas de muerte estuvieron ahí”, dijo Carneiro a ‘The Telegraph’.
“Ellos (los abusadores) son cobardes sin rostro y deberían responder ante alguna legislación”.
Trabajo propio
Y Carneiro, quien trabaja ahora en su propia clínica en Harley Street, en Londres. También cree que las cuestiones sexistas en el fútbol siguen sin revisarse. Al igual que el racismo, y ambos son temas que deben tomarse con mayor seriedad.
“Hay que decirlo, ‘Vamos a terminar con la discriminación’ y pienso que está ampliamente aceptado que la discriminación existe en el deporte. Los temas sexistas son una forma de discriminación, el antisemitismo y otros comentarios racistas son ampliamente condenados. Es aceptado que el futbol tiene un problema de discriminación, realmente me siento de esa forma, es la última forma de discriminación”, comentó.
“Al crecer, nunca pensé que la desigualdad de género sería un problema. Nunca me ocurrió que hubiera diferencias en lo que puedes aprender o en lo que nos dicen por ser chicas o chicos”, señaló.
“En la Universidad, más del 50 por ciento de la comunidad estudiantil es de mujeres. Así que una mujer médico que quiere trabajar en cirugía de trauma y estar en la milicia no sorprende. Buscar entrenamiento especializado en cierto deporte, los colegas hombres lo encuentran sorpresivo.
Hubo muchos diálogos que llevaron la atención a mi género y que en cierta forma me hicieron ver como un objeto.
Describieron las limitantes en mi carrera profesional en ese sentido y eso me dejó petrificada. Era una plática más apropiada para 1950”, finalizó.
