Redacción. El presidente de la Confraternidad Evangélica de Honduras (CEH), Gerardo Irías, se pronunció tras las declaraciones del comisionado presidencial Miguel Briceño, quien planteó la cancelación de la personería jurídica de la organización religiosa.
Irías afirmó enfáticamente que la misión de predicar no depende de un documento legal, ni de ninguna autoridad gubernamental.
“Una personería jurídica no nos detiene para predicar; predicaremos con o sin personería jurídica, la verdad prevalece”, expresó en su intervención pública, subrayando su convicción de continuar difundiendo su mensaje sin restricciones.

El conflicto estalló después de que Irías criticara públicamente ideologías de izquierda y señalara presuntas afinidades del gobierno de Xiomara Castro con países como Venezuela y Nicaragua.
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Respetamos a la presidenta
En respuesta, Briceño propuso retirar el estatus legal tanto de la CEH como de la iglesia que Irías dirige. Sin embargo, el líder evangélico aclaró que no interpreta sus palabras como una agresión institucional directa.
“Siempre hemos respetado a la presidenta (…) y el gobierno actual no se ha metido con la iglesia. No creo que las declaraciones de un ministro vengan a desbaratar a un gobierno”.
Irías atribuyó la controversia a una distorsión de sus mensajes, y advirtió sobre intentos de intimidar a la comunidad religiosa:
“Meterse con Dios es prácticamente derribar el Reino; muchos ministros, de repente, el poder los ha enfermado y piensan que manifestando algo van a amedrentar a la iglesia”.

El pronunciamiento se produce en medio de crecientes tensiones entre el gobierno y distintos sectores religiosos, luego de que se anunciara una movilización de iglesias para el próximo 16 de agosto, destinada a defender la libertad de culto, la institucionalidad democrática y la fe cristiana.
El evento ha generado reacciones enfrentadas entre líderes religiosos y representantes del oficialismo.