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miércoles, abril 24, 2024

Estudio de Yale: estrés acelera tu reloj biológico y te envejece

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REDACCIÓN. La edad biológica no siempre coincide con la cronológica. Muchas personas tienen un organismo más envejecido de lo que correspondería a su edad. Como si su reloj biológico, que viene marcado por los cambios naturales que se producen en el ADN a lo largo de la vida, se hubiera acelerado.

Un estudio de la Universidad de Yale sugiere que el estrés acelera el paso de ese reloj de la vida, mientras que relajarse lo podría ralentizar.

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Medir la edad biológica

Los científicos han desarrollado formas de medir la edad biológica mediante el seguimiento de los cambios químicos que ocurren naturalmente en el ADN a medida que envejecemos, unos cambios que se producen en momentos distintos en cada persona.

Estos llamados «relojes epigenéticos» han demostrado ser mejores predictores de la esperanza de vida y la salud que la edad cronológica.

El estrés causa problemas severos.
El estrés causa problemas severos.

En este estudio, los investigadores de la Universidad de Yale utilizaron uno de esos relojes, el llamado «GrimAge», para responder a dos preguntas:

  • ¿Cuánto acelera el estrés crónico ese reloj biológico?
  • ¿Y hay formas de ralentizarlo y prolongar una vida saludable?

La consecuencia nefasta del estrés

Rajita Sinha, profesora de psiquiatría y una de las autoras del estudio, ha pasado décadas estudiando el estrés y las innumerables formas en que erosiona nuestra mente y nuestra salud física:

El estrés mina nuestra capacidad para regular las emociones y pensar con claridad. Aumenta el riesgo de padecer trastornos del estado de ánimo como la ansiedad o la depresión o de sufrir adicciones.

Puede influir de forma negativa en el metabolismo, favoreciendo enfermedades como la obesidad o la diabetes.

Eleva el riesgo de enfermedad cardíaca. Cerebro y corazón están conectados. Cuando aumentan las hormonas del estrés (cortisol, dopamina, norepinefrina y epinefrina) aumenta también la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la respiración. Por eso el estrés crónico favorece la hipertensión, que es la primera causa de enfermedad cardiovascular.

Estrés y envejecimiento

Vistas la consecuencias nefastas del estrés en el organismo, el equipo de investigadores de Yale decidió explorar si también acelera el envejecimiento en una población relativamente joven y saludable.

El objetivo era descubrir hasta qué punto el estrés acelera los cambios químicos que se producen en el ADN a lo largo de la vida y que son los que provocan que nuestras arterias, cerebro, páncreas y resto de órganos envejezcan.

Para descubrirlo, tomaron muestras de sangre de 444 personas de entre 19 y 50 años para analizar cambios químicos en el ADN relacionados con la edad capturados por GrimAge (un reloj epigenético diseñado para medir esos cambios), así como otros marcadores de salud.

Los participantes también respondieron preguntas planteadas para revelar los niveles de estrés y la resiliencia psicológica (la capacidad que tiene una persona para adaptarse a las adversidades).

El estrés pasa factura, pero no afecta a todos por igual.
El estrés pasa factura, pero no afecta a todos por igual.

Al analizar los resultados del estudio, los investigadores observaron que –incluso después de tener en cuenta factores como el tabaquismo, el índice de masa corporal o los ingresos– las personas que tenían niveles más altos de estrés también presentaban marcadores de envejecimiento acelerado y cambios fisiológicos como una mayor resistencia a la insulina.

La resistencia a la insulina es uno de los marcadores de envejecimiento. Con la edad, el páncreas reduce su capacidad para generar insulina y los diferentes tejidos también pierden sensibilidad a esta hormona que transporta la glucosa a las células.

La resiliencia nos protege

Los investigadores vieron que los participantes que obtuvieron una puntuación alta en dos medidas de resiliencia psicológica (la regulación de las emociones y el autocontrol) fueron más resistentes a los efectos del estrés sobre el envejecimiento y la resistencia a la insulina.

Estos resultados apoyan la creencia popular de que el estrés nos hace envejecer más rápido», señalan los investigadores. Pero también sugieren una forma de minimizar posiblemente estas consecuencias adversas del estrés mediante el fortalecimiento de la regulación de las emociones y el autocontrol.

Así pues, cuanto más resiliente psicológicamente seas, mejor te conservarás por dentro y por fuera. Ya tenemos otro motivo de peso para cuidar nuestra salud mental.

Fuente: Saber Vivir.


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