Redacción. Estudiantes y pobladores de Tablón Alto, en El Culebrero, Olancho, arriesgan sus vidas a diario para cruzar el río Tinto. Su único medio para llegar a la escuela o a sus hogares es balancearse sobre los restos de los cables de un puente colgante que colapsó hace cinco años.
Esta peligrosa travesía se ha convertido en la rutina de la comunidad ubicada en el municipio de Catacamas. Los estudiantes, en particular, deben hacer “malabares sobre los cables” para no caer al agua.
La comunidad solicita desde entonces a las autoridades pertinentes la construcción de un puente seguro, pero sus peticiones no han recibido una respuesta concreta, hasta ahora.

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Promesa de autoridades
El alcalde de Catacamas, Ramiro Lobo, aseguró que ya gestionó ante la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT) la construcción de un nuevo puente. Mientras tanto, prometió reparar el de hamaca en un plazo de dos semanas.
«Vamos a tratar de seguir gestionando, presionando un poco más, para resolver el problema», declaró Lobo, quien agregó que enviará ingenieros a la zona para evaluar la situación.
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También mencionó que su administración ha construido 80 “cajas puentes” y reparado 150 escuelas.
La comunidad espera que esta vez las promesas se traduzcan en acciones y se ponga fin a la peligrosa situación que amenaza la vida de los estudiantes y sus familias.
