Redacción. La Comisión Europea (CE) anunció este jueves que ha iniciado un procedimiento legal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra Estados Unidos por la imposición de aranceles generalizados, que Washington denomina «recíprocos», y que afectan especialmente a automóviles y piezas automotrices.
Paralelamente, Bruselas abrió una consulta pública sobre una nueva lista de productos industriales y agrícolas estadounidenses, valorada en 95.000 millones de euros, que podrían ser objeto de aranceles europeos como medida de represalia si las negociaciones con Washington sobre la guerra comercial no prosperan.
Esa lista incluye una amplia gama de bienes, desde productos agrícolas como el bourbon y la soja, hasta artículos industriales como aviones, instrumentos musicales, juguetes y equipamiento deportivo.
Restricción de exportaciones en la mesa
La consulta también contempla la posibilidad de restringir determinadas exportaciones de la Unión Europea hacia Estados Unidos, concretamente de chatarra de acero y productos químicos, por un valor aproximado de 4.400 millones de euros.
Aunque la Comisión no ha ofrecido detalles sobre el estado actual de las conversaciones con la administración estadounidense, ha dejado claro que está dispuesta a adoptar nuevas contramedidas si el diálogo no culmina en un acuerdo mutuamente beneficioso que incluya la eliminación de los aranceles.
El trasfondo de este movimiento es la aplicación por parte de EE. UU. de aranceles del 10 % sobre importaciones generales, así como del 25 % específicamente sobre vehículos y sus componentes.
“La UE sigue plenamente comprometida con la búsqueda de soluciones negociadas con Estados Unidos. Creemos que es posible alcanzar acuerdos que beneficien tanto a consumidores como a empresas a ambos lados del Atlántico”, declaró en un comunicado la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen. Sin embargo, agregó que Bruselas “se prepara para todos los escenarios” y que la consulta pública —abierta hasta el 10 de junio— les servirá para definir el rumbo a seguir.
Demanda ante la OMC
Según la Comisión, los aranceles estadounidenses «violan de forma flagrante las normas fundamentales de la OMC». El objetivo del litigio es reafirmar la importancia del respeto a las reglas multilaterales del comercio y evitar que un solo miembro las incumpla de manera unilateral.
El proceso ante la OMC comienza con una solicitud formal de consultas entre las partes implicadas, con un plazo de hasta dos meses para intentar alcanzar un acuerdo. Si este plazo transcurre sin éxito, la UE podría pedir la creación de un panel arbitral que estudie el caso a fondo.
Bruselas también vigila el posible desvío de exportaciones globales hacia el mercado europeo como resultado de las medidas arancelarias de EE. UU. contra terceros países. En ese contexto, la Comisión aseguró que continuará negociando con otros socios comerciales para diversificar las fuentes de suministro y reducir barreras. Asimismo, fortalece el mercado único europeo.
Fuentes comunitarias aclararon que más que hablar de “represalias”, se trata de buscar un “reequilibrio” si las medidas estadounidenses persisten a mediano o largo plazo.
Posible respuesta a aranceles sobre películas
Ante el anuncio de EE. UU. de que podría aplicar aranceles del 100 % a películas extranjeras, Bruselas no descarta ninguna opción, incluidas medidas sobre servicios. Aunque por ahora no se ha iniciado una consulta pública en ese sector, la Comisión confirmó que está estudiando el caso.
“Primero debemos definir las medidas que queremos tomar y luego el instrumento legal adecuado”, indicaron las fuentes. Asimismo, dijeron que el llamado “instrumento anticoerción” es una de las herramientas posibles.
Este mecanismo europeo busca proteger a la UE frente a presiones económicas de países terceros mediante medidas comerciales, iniciando con un diálogo y, de no haber solución, permitiendo la imposición de contramedidas o incluso la exigencia de compensaciones.
Escalada arancelaria con antecedentes recientes
El expresidente Donald Trump impuso aranceles del 25 % al acero, al aluminio y a los automóviles europeos. Además, aplicó un tipo general del 10 % a todas las importaciones provenientes del bloque. Aunque actualmente ha suspendido temporalmente la duplicación de ese arancel fijo al 20 %, la decisión final depende del resultado de las negociaciones en curso.
En respuesta, la Comisión adoptó en abril contramedidas valoradas en 26.000 millones de euros sobre importaciones estadounidenses. No obstante, estas se encuentran congeladas como muestra de buena voluntad para dar espacio al diálogo con Washington.