SAN PEDRO SULA, HONDURAS. El encuentro entre Marathon vs Motagua que debía ser un momento para disfrutar en familia fue interrumpido cuando el Estadio Yankel Rosenthal quedó entre gas lacrimógeno luego de un enfrentamiento.
Policías antimotines se enfrentaron con supuestos miembros de la barra «Furia Verde» en los alrededores del estadio. En el incidente, resultaron afectados aficionados de ambos equipos y miembros de la prensa deportiva.
Declaraciones del asignado como jefe de la Policía Nacional en ese sector indican que la barra del Marathon pretendía rodear el autobús donde minutos después llegaría al estadio el equipo motagüense.
Según él, en ese momento enviaron los agentes para hacer retroceder a la barra.
No obstante, la transmisión en vivo de Cronómetro de Diario Tiempo Digital captó el inicio de los disturbios luego de discusiones entre los policías y aficionados. Los uniformados «a punta» de empujones echaron a la barra verdolaga que se ubicaba cerca de la puerta de entrada.
Empujones y piedras marcaron el comienzo del lanzamiento de gas lacrimógeno. La barra retrocedió pero personas ajenas al conflicto resultaron afectadas por la inhalación. Muchos incluso tuvieron que reguardarse dentro de las instalaciones del estadio.
Enfrentamientos ya son comunes
Las autoridades contemplaban la posibilidad de cancelar el partido si los conflictos se extendían por más tiempo en el estadio. Cabe destacar que este enfrentamiento duró pocos minutos y únicamente unos pocos se percataron.
Luego los ciudadanos llegaban con normalidad para presenciar el juego, sin tener conocimiento del asunto. No es la primera vez que previo a un partido los enfrentamientos interrumpen la paz y tranquilidad de los aficionados.
En años anteriores hasta han resultado personas muertas en las afueras de estadios hondureños. La poca educación y cultura de algunos asistentes y la misma actitud de parte de las autoridades impiden disfrutar el fútbol como lo que es: entretenimiento.
