Redacción. El 16 de enero de 2025, Sonia del Carmen Paillao Calfucura desconectó a su hijo cuadripléjico, Marco Antonio Cantillana Paillao, del respirador artificial que necesitaba para sobrevivir.
Los hechos sucedieron en Chile, en la comuna de La Pintana, en la Región Metropolitana de Santiago, después de que al menos dos vecinos dijeran que habían visto a la mujer desconectar a su hijo de la máquina que lo ayudaba a respirar.
El joven, de 28 años, había quedado discapacitado tras recibir un disparo durante un tiroteo en diciembre de 2018, el mismo día de su cumpleaños. Desde entonces, comenzó a depender de su progenitora y de un respirador artificial para sobrevivir.
El mismo día de su fallecimiento, Sonia del Carmen había recuperado la custodia de Marco, quien antes había estado bajo el cuidado de una amiga, pues la mujer estaba cumpliendo una condena por cultivo de marihuana.
Luego ella desconectó su respirador artificial. Cuando llegaron las autoridades a la escena del crimen, los testigos dijeron que la mujer, de 51 años, era la responsable de su muerte.
Estaba cansada
«Me acerqué a ellos y se sentaron en una banca de la plaza frente al domicilio. Sonia me saludó y le pregunté qué le pasaba. A lo que ella respondió: ‘Estoy cansada, no doy más. No soy capaz de seguir cuidándolo, quiero que descanse. Estoy aburrida de cuidarlo porque no puedo hacer mi vida tranquila'», relató un testigo, según informó BioBioChile.
Después de esto, la fémina entró a su hogar y, según el testigo, «hizo algo con las máquinas del Marquito». De inmediato, sonó un pito de alerta y Sonia salió al antejardín a llorar.
«El tubo, la manguera del oxígeno, estaba a un costado de la cama, hacia el suelo. Observando que el Marquito se estaba ahogando y convulsionando, por lo que porque veía que se quejaba y se movía mucho. Al ver esto entré y me acerqué al ventanal de la pieza para ayudarlo», agregó.
No obstante, dijo que la mujer no le permitió acercarse a su hijo y le pidió que no entrara. Después, otros vecinos avisaron al personal de seguridad y media hora más tarde llegó un paramédico al lugar.
Además de esto, las autoridades encontraron audios que envió la mujer por WhatsApp después de asesinar a su hijo: «Oye, desconecté al Marco. Dime cómo chucha tengo que hacerlo, porque yo no estoy capacitada para cuidarlo. ¿Sabes qué? Yo ahora me voy a irme, me voy a arrancar».
¿Cuál fue la sentencia?
Los audios encontrados por autoridades y los testimonios de testigos fueron fundamentales para que la Fiscalía Metropolitana Sur presentara la acusación en su contra por parricidio, un delito según el Código Penal de Chile que se aplica a homicidios cometidos por un cónyuge, padre, madre, abuelo o hijo.
Por ahora, la mujer permanecerá en prisión preventiva mientras continúa el proceso judicial, que inicialmente se había establecido por un plazo de 180 días. Puede enfrentar hasta 15 años en prisión.
