Redacción. Un estudio pionero del Instituto de Microbiología de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) reveló la presencia de 25 especies distintas de jejenes (culicoides) en seis departamentos del país.
Este descubrimiento abre la alerta sobre la posibilidad de que estos insectos actúen como vectores del virus Oropouche, una enfermedad emergente en América Latina que provoca síntomas semejantes al dengue.

La investigación marca el primer esfuerzo científico en Honduras y en toda Centroamérica enfocado en identificar estos insectos como potenciales transmisores del virus.
Hasta ahora, los estudios entomológicos en la región han sido escasos, lo que dificulta la preparación frente a un eventual brote.
El investigador Denis Escobar explicó en TN5 que, aunque no se ha confirmado la transmisión del Oropouche en el país, el equipo realiza análisis moleculares para comprobarlo.
“Tenemos la sospecha, pero necesitamos establecer una metodología de identificación. Lamentablemente, Honduras aún no cuenta con protocolos estandarizados para este proceso”, señaló.

¿Qué son los jejenes?
Los jejenes, conocidos científicamente como culicoides, son insectos muy pequeños, de 1 a 5 milímetros, difíciles de ver a simple vista. Son hematófagos, es decir, se alimentan de sangre, y algunas especies pueden transmitir virus que afectan tanto a humanos como a animales.
En otros países reciben distintos nombres: chaquistes en Honduras, maruim en Brasil y biting midges en inglés.
Su ciclo de vida incluye las fases de huevo, larva, pupa y adulto. Las larvas se desarrollan en ambientes húmedos como lodo, materia orgánica en descomposición o aguas estancadas, lo que dificulta su control.
Los adultos suelen ser más activos al atardecer y en la noche. Solo las hembras pican, ya que necesitan sangre para producir sus huevos.
Cómo protegerse
Para evitar su picadura se recomienda:
- Usar ropa que cubra brazos y piernas.
- Aplicar repelente autorizado por autoridades de salud.
- Dormir bajo mosquiteros de malla fina.
- Evitar zonas húmedas o con vegetación al anochecer.
Además, para frenar su reproducción, es clave eliminar charcos, limpiar restos orgánicos y mejorar el drenaje en áreas húmedas.

Un hallazgo clave
La identificación de estas 25 especies es considerada un avance crucial para fortalecer la vigilancia entomológica en Honduras.
Le puede interesar: ¡Llegó a Honduras Black Flag, el nuevo insecticida que mata cucarachas, mosquitos y plagas al contacto!
Según los investigadores, contar con esta información permitirá diseñar protocolos de control y preparar al país frente a un posible brote del virus Oropouche, que ya se ha propagado en países de Sudamérica y el Caribe.