Choloma, Cortés. La Municipalidad de Choloma, bajo la dirección del profesor Gustavo Mejía, ha incumplido sus promesas respecto a la construcción de una nueva escuela para la comunidad de El Bambú. En noviembre de 2024, la antigua estructura, que quedó en ruinas tras la caída de un árbol de ceiba, dejó a los niños de la zona sin un lugar adecuado para recibir clases.
Rolando Antonio Santos Rubio, director de la escuela Luis Landa El Portillo Número Dos, detalló que, hasta la fecha, no han recibido ninguna solución concreta. “Aún no hay avances significativos y la situación sigue siendo la misma que al principio”, declaró.
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La comunidad, además de la promesa de la alcaldía, también espera respuesta de las instituciones gubernamentales como el Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS) y el ministerio de Educación. Pero estas instituciones, al parecer, también brillan, pero por su ausencia.
Gustavo Mejía solo mandó a retirar escombros
Hasta ahora solo una cuadrilla de empleados de la Municipalidad de Choloma ha llegado a la comunidad para remover los escombros y las secciones dañadas de la antigua escuela, y la entrega de algunos pupitres. Sin embargo, la promesa de reconstruir ese centro educativo quedó en el saco de los incumplimientos del alcalde Mejía.
Aunque les han prometido apoyo, Santos Rubio refirió que la realidad es otra, porque “a estas alturas del año, no tenemos nada concreto. Nos dicen que la próxima semana habrá avances, pero nunca llega nada firme”.
—- Los niños de esa comunidad siguen recibiendo clases en un vetusto inmueble de madera y bloques
Señaló que por parte de la municipalidad cholomeña, solamente les prometieron cambiar un proyecto aprobado el año pasado, que consistía en la construcción de un cerco perimetral para la escuela. A través de una moción a la Corporación Municipal, buscarán realizar el cambio, para que esos fondos se utilicen en la reconstrucción de la escuela.
Requisitos
Asimismo, el director del centro educativo, Rolando Santos Rubio, indicó que, en cuanto al gobierno, se ha gestionado la documentación necesaria para entregarla al Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS).
“Por parte del FHIS ya vinieron a realizar los trazos. Pidieron algunos requisitos adicionales, los cuales ya enviamos. En la última conversación que tuve con ellos, dijeron que el proyecto estaba registrado, pero que aún necesitaban más tiempo para obtener la aprobación”, precisó.
Inmueble inadecuado para recibir clases
Actualmente, de lunes a viernes, unos 39 niños del primero al sexto grado reciben las clases en un vetusto inmueble de madera y bloques donde funciona un centro comunal que también es utilizado como una bodega.
Además, los fines de semana un aproximado de diez alumnos reciben clases de manera presencial en las modalidades de séptimo, octavo y noveno grado a través del programa Instituto Hondureño de Educación por Radio.
“Las condiciones en las que los niños están recibiendo clases no son las más adecuadas. La temperatura en el lugar es extremadamente alta, los alumnos soportan mucho calor. Además, el inmueble no cumple con las condiciones pedagógicas adecuadas”, lamentó el docente, que lleva más de 24 años impartiendo clases en la comunidad.
También mencionó que recibieron la visita de una iglesia evangélica integrada por personas que viven en los Estados Unidos. Ellos les trajeron útiles escolares para los estudiantes.
Indicó que los miembros de esa congregación se comprometieron a que, si no hay avances concretos antes de abril, comenzarán a movilizarse a través de las iglesias en Estados Unidos en busca de apoyo para reconstruir el centro educativo.
Lamentó que debido a la destrucción de la escuela para este año no se pudo hacer matrícula para la modalidad preescolar, ya que solo tres padres de familia se presentaron. En la oficina Distrital de Educación le manifestaron que no podían aceptar la matrícula, ya que se exige un mínimo de cinco niños.