Redacción. La participación de Briggita Schaback en Miss Universe 2025 no pasó desapercibida desde el primer día. Su llegada a la concentración en Tailandia se volvió viral cuando apareció dentro de una caja transparente, emulando a una Barbie de tamaño real. Luciendo un llamativo vestido azul, banda y corona, la modelo estonia causó sensación por su originalidad y su ingenioso modo de presentarse ante el público y la prensa internacional. Sin embargo, tras esa primera impresión positiva, su experiencia en el certamen dio un giro inesperado.
Poco después del concurso, Schaback anunció su renuncia al título de Miss Universo Estonia. A través de un comunicado en sus redes sociales, explicó las razones que la llevaron a dar este paso: “Renuncio al título de Miss Universo Estonia. Mis valores y ética laboral no coinciden con los de la Directora Nacional, Natalie Korneitsik. Mi compromiso es con el empoderamiento y la igualdad de las mujeres, y continuaré con esta labor de forma independiente”. Con este mensaje, la modelo dejó claro que su decisión no respondía a una situación puntual, sino a una diferencia profunda de principios.
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La renuncia no solo reflejó un desacuerdo interno, sino que vino acompañada de fuertes declaraciones sobre la organización de Miss Universo. En una serie de historias publicadas el martes 25 de noviembre, Schaback reveló un episodio que generó inquietud entre varias concursantes.
Según relató, en una reunión Mario Bucaro, CEO de Miss Universo, habría expresado que una ganadora del certamen “no puede estar casada”, añadiendo que “con quien tiene que estar casada es con la organización y los patrocinadores”. Este supuesto comentario, también mencionado por Camila Vitorino, Miss Portugal, provocó desconcierto y molestia entre las participantes, que esperaban reglas más claras y coherentes con los valores de inclusión y equidad que el concurso asegura promover.
Ante esta situación, Schaback afirmó que inicialmente creyó que se trataba de un malentendido. Sin embargo, al confirmar que no lo era, decidió alzar la voz en defensa de los derechos de las mujeres. “Cada vez que una mujer se alza y habla, se educa, logra apoyo o simplemente es escuchada, el mundo avanza. No lo hemos logrado todavía, pero estamos cada vez más cerca. Una generación a la vez”, expresó.
