Redacción. A diferencia de años anteriores, la Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) no ha tenido un verano tan «caliente» en cuanto a balaceras en 2025. Se ha registrado una disminución del 24 % en las detonaciones con fatalidades en comparación con 2020 y 2021, pero hay una tendencia preocupante: niños y adolescentes son cada vez más víctimas de disparos y apuñalamientos.
El número de menores de edad víctimas de disparos ha aumentado un 15% con respecto al año pasado y un 67 % en comparación con 2018, según el NYPD. Lo que era una tendencia inquietante se ha convertido en una angustia para las autoridades.
Esta realidad se hizo más visible con el asesinato de Angel Mendoza, un adolescente dominicano de 14 años, apuñalado durante una pelea en un parque de El Bronx. En el incidente, otro joven de 17 años también resultó herido. Cuatro adolescentes de entre 15 y 16 años enfrentan cargos de asesinato.
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La docente puertorriqueña Desiré Lara, de una escuela pública en El Bronx, comentó: “Debemos ver muy bien, porque nuestros niños ahora están resolviendo sus problemas de una forma tan violenta, tan sangrienta. Normalmente, los niños pelean en la escuela, pero esto que ahora se descuarticen de esa manera es horrible. Hay conductas que la policía no va a poder frenar nunca, porque eso es un asunto de la familia”.

Rencillas personales
En marzo, una joven de 16 años murió baleada en una calle de Queens. En febrero, otro adolescente hispano de 14 años fue apuñalado en Sunnyside (Queens) en medio de una pelea. Los meses más fríos también fueron complicados, de acuerdo con la plataforma homicidenyc.com. En enero, cuatro menores murieron por disparos y puñaladas, siendo el caso de Caleb Ríos, de 14 años, en El Bronx, uno de los más destacados.
En la mayoría de los casos, la policía no encontró que los sucesos estuvieran motivados por robos o asaltos. La causa principal de las fatalidades, según los balances policiales, son rencillas personales entre grupos de niños y adolescentes. En gran medida, las víctimas han sido de origen hispano. De los 10 casos notorios de menores asesinados en disputas, seis ocurrieron en El Bronx y tres en Queens.
Reacciones
La presidenta del condado de El Bronx, Vanesa Gibson, hizo un “llamado a la acción inmediata” tras los hechos violentos. “El horrible apuñalamiento de dos jóvenes de 14 y 17 años en el Williamsbridge Oval es otro trágico ejemplo de la violencia juvenil, sin precedentes, que estamos presenciado en todo el condado”, indicó Gibson.
“Enviamos oraciones de sanación a las familias y solicitamos esfuerzos urgentes para abordar esta crisis que continúa cobrándose la vida de demasiados jóvenes inocentes. Debemos encontrar alternativas para abordar los conflictos sin violencia”, prosigió.
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A pesar de la angustia por la violencia juvenil, el gobierno municipal considera “positivos” sus esfuerzos para reducir el crimen en general. El NYPD lanzó el Plan de Reducción de la Violencia de Verano, que incluye 72 zonas de despliegue en 59 comunidades y a más de 2,000 agentes enfocados en delitos de alta prioridad. Desde su inicio, el 5 de mayo, los delitos graves en estas zonas han disminuido un 27%, los tiroteos un 64% y las agresiones graves un 40%.
“Son situaciones lamentables que estamos evaluando con mucha preocupación, en donde están involucrados apenas niños. Pero se hacen grandes esfuerzos para prevenir la violencia desde su raíz. La reducción de la actividad criminal, en general, no es causalidad, es parte de un esfuerzo”, comentaron fuentes del NYPD.
Plan de seguridad
La Administración de Eric Adams ha reportado un «trabajo» en marcha con el informe “Plan para la Seguridad Comunitaria”, presentado en julio de 2023. El plan, elaborado por el Grupo de Trabajo para la ‘Prevención de la Violencia con Armas de Fuego’, aborda la seguridad y la salud mental de los jóvenes. Además, busca aplicar estrategias de intervención temprana, oportunidades de empleo y atención adaptada al trauma.
Desde hace dos años, organizaciones comunitarias han recibido un promedio de $300 millones en fondos para pagar bonificaciones a jóvenes en riesgo para que participen en programas que incluyen terapia cognitivo-conductual, justicia restaurativa, capacitación laboral y educación.
“En cualquier escenario si no hubiésemos hecho estas inversiones, con toda seguridad estaríamos al frente de una ciudad, que no hubiese experimentado la reducción del crimen de esta manera”, interpretaron fuentes municipales.
