Redacción. El cáncer de tiroides es un tipo de tumor que se origina en las células de la glándula tiroides, situada en la parte frontal del cuello y encargada de regular el metabolismo del cuerpo.
A nivel mundial, las estadísticas históricas han mostrado que las mujeres tienen aproximadamente el doble de probabilidades de ser diagnosticadas con esta enfermedad en comparación con los hombres. Sin embargo, investigaciones recientes apuntan a que esta diferencia podría no ser tan marcada como se pensaba.
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Frecuencia y diagnóstico
Datos del Observatorio Mundial del Cáncer indican que el cáncer de tiroides es el séptimo tipo más común globalmente. Tradicionalmente, las mujeres han presentado más diagnósticos, pero estudios realizados por expertos de Mayo Clinic revelan que esta tendencia puede estar influenciada por factores no biológicos, como una mayor propensión femenina a buscar atención médica y realizarse chequeos.
Según el endocrinólogo Dr. Victor Bernet, “el riesgo real de cáncer de tiroides avanzado es similar en hombres y mujeres, aunque los casos menos agresivos se diagnostican más en mujeres, probablemente debido a una mayor vigilancia médica en este grupo”.
Esto implica que el cáncer de tiroides agresivo afecta a hombres y mujeres en proporciones similares, mientras que las formas menos letales se detectan más en mujeres.
Aunque en la mayoría de los casos no se identifica una causa clara, se sabe que la exposición a radiación en la cabeza y el cuello, como en tratamientos de radioterapia, aumenta el riesgo. También existen formas hereditarias de cáncer de tiroides.
Síntomas y signos de alerta
El cáncer de tiroides puede ser asintomático en sus etapas iniciales, pero con el crecimiento del tumor pueden presentarse:
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Hinchazón visible en el cuello
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Cambios en la voz, como ronquera persistente
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Dolor en cuello y garganta
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Dificultad para tragar
La presencia de estos síntomas debe motivar una evaluación médica especializada.
Opciones de tratamiento
El tratamiento principal es la cirugía, que puede variar según la extensión y agresividad del tumor:
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Tiroidectomía total o casi total: Remoción completa o casi completa de la glándula tiroidea, preservando las glándulas paratiroides para evitar complicaciones metabólicas.
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Lobectomía tiroidea: Extirpación de solo la mitad de la tiroides, indicada en casos de tumores localizados y de bajo riesgo.
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Disección ganglionar: Cuando el cáncer se ha diseminado a ganglios linfáticos del cuello, se realiza la extracción de estos para controlar la enfermedad.
La percepción de que el cáncer de tiroides es mucho más frecuente en mujeres está siendo reevaluada. La ciencia indica que la diferencia en diagnósticos se debe en gran medida a la mayor detección en mujeres, mientras que el riesgo de formas avanzadas es similar en ambos sexos. Por ello, tanto hombres como mujeres deben estar alertas a posibles síntomas y mantener controles médicos regulares para la detección temprana y tratamiento oportuno.
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