Redacción. El sueño, aunque fundamental para la salud física y mental, está rodeado de mitos y prácticas erróneas. La información imprecisa en redes sociales y campañas comerciales puede generar confusión y ansiedad.
A continuación, los errores más comunes y las recomendaciones de los especialistas.
1. Privación ocasional de sueño: no siempre es negativa
Una sola noche sin dormir puede elevar temporalmente los niveles de dopamina, aumentando la creatividad y concentración. Este fenómeno se usa incluso en tratamientos puntuales para la depresión. Sin embargo, no debe considerarse una práctica saludable ni sostenible.
Recomendación: priorizar el sueño regular y evitar las privaciones frecuentes.
2. Sensación de aturdimiento al despertar
La inercia del sueño, sensación de desorientación al levantarse, es un estado natural. Volver a dormirse tras sonar la alarma puede iniciar un nuevo ciclo, dificultando el despertar.
Recomendación: levantarse inmediatamente al sonar la alarma para evitar este efecto.
3. Dormir en camas separadas: beneficios variables
Estudios indican que los hombres suelen dormir mejor acompañados, mientras las mujeres prefieren dormir solas debido a factores hormonales y sensoriales. Sin embargo, la práctica de “divorcio del sueño” no es efectiva para todos.
Recomendación: usar edredones separados para regular la temperatura corporal sin necesidad de habitaciones distintas.
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4. Importancia de la rutina matutina
La irregularidad en la hora de despertar, sobre todo fines de semana, altera el ritmo circadiano y dificulta el sueño posterior. Dormir a horas constantes mejora la calidad del descanso, incluso si la cantidad de sueño es menor.
Recomendación: mantener horarios regulares para despertarse, sin variar excesivamente.
5. Monitores de sueño pueden causar ansiedad
El uso obsesivo de dispositivos para medir el sueño puede generar ortosomnia, un insomnio provocado por la preocupación constante por la calidad del descanso.
Recomendación: utilizar estos dispositivos con moderación y no basar la percepción del sueño únicamente en sus datos.
6. Exceso de rituales y consejos sin evidencia
Prácticas virales como usar bombillas rojas o cinta adhesiva en la boca carecen de respaldo científico y pueden aumentar la ansiedad relacionada con dormir.
Recomendación: mantener una rutina simple, sin depender de técnicas extremas o sin fundamento.
7. La base del buen sueño es el confort físico
Un colchón adecuado, almohadas cómodas y un edredón apropiado son esenciales para evitar tensiones que perjudican el descanso. Ninguna técnica de relajación compensa un mal entorno físico.
Recomendación: priorizar la inversión en un buen colchón y ropa de cama confortable.
Dormir bien depende más de tener hábitos consistentes y un entorno adecuado que de dispositivos o trucos virales. Evitar mitos y exageraciones reduce la ansiedad y favorece un mejor descanso.
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