Redacción. Estados Unidos eliminó esta semana la exención arancelaria que permitía que paquetes de bajo valor ingresaran al país sin pagar impuestos, una política vigente por casi 100 años.
La decisión afecta a todos los envíos internacionales de 800 dólares o menos, que ahora estarán sujetos a aranceles que varían entre el 10 % y el 50 %, según el país de origen.
La medida fue ordenada por el presidente Donald Trump mediante una orden ejecutiva y busca reducir la dependencia de productos extranjeros y frenar la entrada de mercancías baratas, falsificadas o ilegales.
Envíos suspendidos
En respuesta, más de una docena de servicios postales nacionales suspendieron temporalmente el envío de paquetes hacia Estados Unidos por la incertidumbre sobre los nuevos procesos y tarifas.
Grandes plataformas de comercio electrónico, como Amazon, Alibaba y Shein, podrían enfrentar retrasos en sus entregas.
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Pequeñas y medianas empresas que dependían de envíos frecuentes de bajo valor tendrán que ajustar sus precios. Por ejemplo, boutiques estadounidenses que importan prendas de Europa calculan incrementos de hasta un 50 % en sus productos, afectando la asequibilidad de sus artículos.
Aunque solo los envíos de documentos y regalos de menos de 100 dólares permanecen exentos, analistas advierten que los nuevos controles aduaneros podrían retrasar incluso estas entregas.
La exención arancelaria, conocida como “de minimis”, se implementó en 1938 para simplificar la recaudación de impuestos sobre mercancías de poco valor. Su límite se elevó a 800 dólares en 2015, reflejando el crecimiento del comercio electrónico.
La medida afecta tanto a grandes cadenas como a pequeños negocios que dependen de importaciones. Además, se espera que tenga un impacto directo en los consumidores estadounidenses, quienes podrían enfrentar precios más altos y retrasos en productos importados.
